El atacante de Arsenal marcó dos golazos para la victoria por 2-0 sobre la Lepra, que así le dejó la cima exclusiva del Torneo Final a Lanús.
Una noche intratable de Darío Benedetto llenó de alegría en el Viaducto a un Arsenal que llegaba cabizbajo. Y la gran víctima de esa inspiración fue Newell's, que no pudo retornar a la cima, ahora en manos exclusivas de Lanús, y padeció además una falta de contundencia que atentó contra sus planes. Así, si el 2-0 le quedó bien al resultado, fue justamente porque el atacante local hizo la gran diferencia.
Ya a los seis minutos, empezó el show. Benedetto recibió en el área, se acomodó retrocediendo de espaldas al arco y se dio vuelta rápidamente para clavar un sablazo al ángulo izquierdo de Nahuel Guzmán. Los de Gerardo Martino reaccionaron de la mano de Maximiliano Rodríguez, quien exigió a Cristian Campestrini primero y cabeceó al travesaño después.
Pero a los 16, Benedetto volvió a aparecer por el medio y, antes de llegar a la medialuna, volvió a batir al arquero con un bombazo a su izquierda. Factura perfecta hasta ahí para el delantero, quien luego volvió a asustar con un tiro que le sacaron entre Guzmán y el horizontal. Luego, Campestrini se agigantó de nuevo ante Maxi e Ignacio Scocco, mientras que Lucas Bernardi también puso un balón en el travesaño.
Después de semejante primer tiempo, el segundo no estuvo a la altura. En un desarrollo más trabado, el conjunto de Gustavo Alfaro podría haber ampliado con un intento de Carlos Carbonero y otro del inefable Benedetto que se fue cerca. Después, el incidente de la expulsión de Martino (increíble empujón del árbitro Juan Pablo Pompei al DT incluido) se robó las miradas, y en el cierre Benedetto le dejó su lugar a Julio Furch para llevarse la ovación de la noche.
Con un espectáculo altamente elogiable, Arsenal le puso freno así a la ambición de Newell's, que sufrió de cierta apatía en el segundo tiempo y lo pagó cediendo la cima sin atenuantes.
Martes, 7 de mayo de 2013