Los Celtics derrotaron a los Knicks en Nueva York por 92-86 y se pusieron 2-3 en los cuartos de final de la Conferencia Este. Prigioni apenas aportó tres puntos en 13 minutos en cancha.
Con la soga al cuello, Boston hizo reflorecer la mística celta y volvió a vencer a New York para mantenerse con vida en los cuartos de final de la Conferencia Este. A puro triple, se impuso 92-86 como visitante y llevó la serie a casa, donde intentará forzar el séptimo partido. En el perdedor hubo una limitada participación del argentino Pablo Prigioni.
Con un goleo repartido pero una contundencia letal desde atrás de la línea de tres, los Celtics dominaron el juego desde el segundo cuarto y cerraron un triunfo vital. El veterano de 35 años Jason Terry revitalizó al equipo desde el banco, totalizando 17 puntos, con cinco aciertos sobre nueve intentos en triples. Además, el capitán Paul Pierce marcó 16, con cuatro triples y Jeff Green hizo 18, con dos tiros desde afuera. Kevin Garnett y Brandon Bass también sumaron en doble dígito, con 16 y 17 unidades, respectivamente, y el histórico ala-pívot se lució bajando 18 rebotes.
En tanto, en los Knicks no pudo brillar Carmelo Anthony, siempre fundamental en su equipo. La estrella de New York volvió a ser poco efectivo y con 22 puntos fue el máximo anotador, aunque encestó solo ocho de sus 24 tiros de campo. Raymond Felton trató de secundarlo, marcando 21 unidades. En tanto, Prigioni, quien volvió a salir como titular, estuvo en cancha 13 minutos y solo marcó un triple y apenas pudo dar una asistencia. En los momentos clave del juego, el base cordobés se quedó sentado en el banco.
Con la serie 3-2 en favor de New York Knicks, estos cuartos de final continuarán el viernes en Boston, donde los Celtics están obligados a ganar por tercera vez consecutiva para seguir soñando con una remontada histórica.
Miércoles, 1 de mayo de 2013