En la lejana Trelew, San Martín finalmente anoche logró lo que había ido a buscar. Tras derrotar 74 a 66 a Huracán, selló la serie 3-1 y se clasificó para la gran final del Torneo Nacional de Ascenso.
De esa manera llegó a su primer gran objetivo, aunque claro, le falta el último paso: ser campeón y volver de manera gallarda a la máxima categoría del básquetbol argentino.
Pintaba para un baile tremendo cuando al culminar el segundo cuarto los rojinegros ganaban 41 a 19. Hasta allí el equipo correntino se mostraba dominante y seguro. Sobrio en defensa y punzante en cada ofensiva. Además, los rebotes eran su principal patrimonio, tanto en defensa como en ataque, así sólo permitió que su rival le anotase tan sólo 19 puntos en 20 minutos de juego.
Pero claro, nada es fácil, sobre todo cuando se disputan instancias culminantes como una semifinal. Huracán, que estaba en el horno, con el aliento de su público empezó a levantarse y así volvió al partido con un parcial de 30-14 en el tercer cuarto, en donde tuvieron mucho que ver Sahdi y Johnson, un tándem que finalmente sumaría 35 de los 66 puntos de su equipo.
La temperatura iba subiendo, sobre todo porque el último cuarto mostraba a un elenco local que a esa altura tenía un gran poder de reacción.
No obstante, la experiencia de San Martín se empezó a hacer sentir, sobre todo aguantando la presión de la gente y del adversario. Con un Patricio Rodríguez en muy buena noche, con 15 puntos, fue el de mejor goleo en su equipo, y el nunca renunciar a defender duro, pudo volver a distanciarse y en los últimos minutos se aprovechó de la desesperación de su oponente, que, nervioso, tiró desde cualquier lado con escasa puntería, sobre todo en lanzamientos externos (apenas el 27 por
ciento).
Entonces llegó seguro al cierre San Martín. El estadio reconoció su superioridad, sabiendo que enfrente está el gran candidato al ascenso, al que, al menos, Huracán le robó un juego, aspecto que sólo quedará como una anécdota. y para las estadisticas.
Domingo, 28 de abril de 2013