Los gritos entre el DT y el 10 se oyeron afuera del vestuario. El plantel se metió y JC quedó expuesto. Sabés por qué te saco? Por hacerle caso a Riquelme. Los cambios en el partido, y de posiciones, los hago yo”. Iban 15 minutos del segundo tiempo, Cvitanich salió reemplazado, de la calentura pateó un bolso y el técnico lo encaró.
Le había pedido al ex Banfield que jugara por afuera, y Darío no hacía otra cosa que superponerse con Silva. E interpretó que la desobediencia táctica tenía como mentor a Román.
En el vestuario visitante de La Carolina, la bronca se sentía en los jugadores. Sobre todo, en Cvitanich, quien le cuenta al 10 el comentario que lo involucraba. Una vez que Pelusa regresó de dar la conferencia de prensa, el capitán hizo sacar del vestuario a todos los auxiliares, entre los que se encontraba Leandro Angelici, el hijo del presidente (el Tano nunca ingresó) y, junto al delantero, encararon al DT. “Si tenés un problema conmigo, no metas a nadie más”, lo patoteó JR. JC reculó y quiso dar a entender que no era así. Pero Román seguía insistiendo. La voz se fue elevando y los gritos se escucharon del otro lado de la puerta. En el ida y vuelta, hasta hubo reclamos de la manera en que se encaró el partido ante Zamora.
Piccoli, Sanguinetti y Lo Tártaro, los ayudantes del DT, avisados, regresaron apurados del micro. El plantel también intervino. Y Riquelme hizo un careo que dejó expuesto a Falcioni. “Si queremos ganar todo lo que jugamos, tenemos que tirar todos para el mismo lado”, le reclamaron y el enganche le remarcó que “yo nunca voy a desobedecer una decisión táctica de un entrenador”.
Julio le ofreció disculpas al 10 y éste le dijo que no era suficiente, que tenía que hacerlo con todo el plantel. Entonces JC se paró delante de todos y se disculpó. Pero la acusación en falso marcó el quiebre en la relación DT-jugadores. Les dijo que así no podía seguir y abandonó el vestuario abatido, como si lo hubieran echado. Además de Cvitanich, ¿acaso hubo otro hombre de su riñón que se le dio vuelta? Los futbolistas salieron en fila india, Román frenó y desdramatizó el 0-0. A esa hora, las paredes habían hablado y las caras decían demasiado; nunca se creyó que fuera para tanto.
Jueves, 16 de febrero de 2012