La norma que introdujo la elección directa de los representantes para el Parlamento del Mercosur no reguló detalles de su implementación en el cuarto oscuro, y se encamina a un desenlace judicializado. Desde hace décadas que, en el país, cada convocatoria a los comicios deparó alguna novedad para el elector. En los últimos años los cambios se multiplicaron. Y entre los que se cuentan para 2015 se destaca el debut de la elección directa de los representantes que la Argentina enviará al Parlamento del Mercosur (Parlasur).
El votante desprevenido se encontrará en las primarias del 9 de agosto con dos cuerpos que nunca vio en la boleta. ¿Por qué dos? Porque la norma estableció que se elegirán 19 dirigentes para el Parlasur a nivel nacional (en rigor habrá el doble de nombres, ya que se deben presentar suplentes) y uno por cada distrito -incluida la Ciudad de Buenos Aires-, es decir 24.
Lo que la ley no precisó es qué lugar ocupará cada segmento en la lista. Esa imprecisión fomentó incluso las versiones acerca de que Cristina Kirchner podría volver a encabezar la papeleta si se postula en esa categoría. En rigor, por ahora no está nada dicho.
Semanas atrás, el director Nacional Electoral, Alejandro Tullio, dio su parecer al respecto durante una jornada de debate organizada por la Universidad de Palermo. Se inclinó por ubicar el segmento por distrito único inmediatamente debajo de los nombre para Presidente y Vice, y el regional detrás del gobernador. Pero no será su opinión la que determine el resultado. El proceso es más complejo.
El 20 de junio cada partido o frente deberá haber presentado sus candidatos. Las juntas partidarias tendrán que informar entonces a los tribunales electorales sobre la integración de sus boletas. Dado que no hay un orden preestablecido, es probable que haya esquemas con diferentes ubicaciones para los denominados mercodiputados. En primer término, serán los jueces de primera instancia con competencia los que definirán el criterio.
Ahora bien, es muy posible que lo que resuelva el juez de un distrito sea diferente a lo de otro. Y con seguridad ello conllevará a un planteo que derivará a una consulta para que la Cámara Nacional Electoral fije un patrón único para el territorio federal. Hasta que eso no suceda, la Cámara no se pronunciará. Así lo adelantó el titular del cuerpo, Santiago Corcuera, en un contacto con la prensa.
"Tenemos que esperar a que se haga una presentación. Si no hay un planteo no podemos actuar", explicó Alberto Dalla Via, también miembro de la Cámara. Corcuera agregó que si se expresan sobre el tema con antelación podrían ser objeto de pedidos para que se aparten en una eventual disputa.
Los tribunales de primera instancia tienen el 10 de julio como límite para definir su criterio. Sólo después podrían aparecer los recursos para que intervenga la Cámara Electoral. Con el tiempo en contra, los jueces prometen una decisión expedita. Los plazos, claro, derivarán en una carrera contrarreloj para imprimir las boletas.
Viernes, 5 de junio de 2015