La causa pasó de la justicia ordinaria al fuero federal de San Isidro. Fue detenido en Santiago del Estero un hombre que extorsionó a la familia; no dio datos sobre el paradero del empresario.
El 17 de octubre pasado el esposo de la correntina Antonella Ognio, desapareció luego de haber pasado por un astillero de San Fernando. Su auto apareció abandonado en Vicente López.
La desaparición del empresario Damián Stefanini, esposo de la correntina Antonella Ognio, comenzó a ser investigada como un secuestro extorsivo. Cinco días antes de que finalizara 2014 el expediente pasó del Ministerio Público de San Isidro a la fiscalía federal del distrito, que investiga esa clase de delitos. A casi tres meses de la desaparición de Stefanini, la causa judicial sumó dos detenidos, pero ninguno aportó datos sobre el empresario ni participó de la desaparición: ambos fueron detenidos por extorsionar a la familia del empresario.
Según publica el diario La Nación, hasta el 26 de diciembre pasado el sumario estaba a cargo de la fiscal Mariela Miozzo, quien al advertir que la familia había recibido una serie de mensajes de Facebook en los que le pedían dinero a cambio de revelar el nombre de la persona que tenía secuestrado a Stefanini, declinó su competencia y le envió los seis cuerpos del sumario al fiscal federal de San Isidro, Fernando Domínguez. El caso, así, dejaba de ser una investigación por averiguación de paradero a una por secuestro extorsivo.
Si bien existieron una extorsión y un pedido de dinero, no se presentó en este caso un elemento común en un secuestro extorsivo clásico: el llamado para pedir una determinada suma de dinero por la liberación. Según allegados al empresario desaparecido el 17 de octubre pasado, la familia nunca recibió un pedido de rescate; no hubo negociación ni prueba de vida.
No obstante, el sumario quedó a cargo del fiscal federal Domínguez, quien luego de que el extorsionador en Facebook fuera rastreado hasta la ciudad de La Banda, en Santiago del Estero, ordenó a los efectivos de la delegación local de la Policía Federal que detuvieran al dueño de la computadora desde la que fueron enviados los mensajes extorsivos.
Hace una semana ese extorsionador fue apresado, trasladado a San Isidro e indagado. No aportó ninguna pista sobre el paradero de Stefanini. Se comprobó que sólo habría pergeñado la maniobra para quitarle dinero a la familia.
A mediados de noviembre pasado la policía había aprehendido, en Berazategui, a un hombre que por la misma red social había extorsionado a la mujer de Stefanini. Ese hombre tampoco tenía información alguna sobre el real paradero del empresario.
Mientras, la desaparición y el paradero del hombre de negocios siguen siendo una incógnita. En casi tres meses de investigación, Miozzo tuvo que lidiar con la falta de cooperación de algunos oficiales de la policía bonaerense.
Por ejemplo, la fiscal mandó a peritar la tablet hallada en el Audi A 4 de Stefanini, abandonado en Florida, partido de Vicente López, a un grupo de policías de la Delegación de Investigaciones de San Isidro; debían establecer si en los archivos de esa computadora personal había algún dato sobre los negocios y relaciones de Stefanini.
Según informó a La Nación una calificada fuente de la investigación, después de 45 días sin respuestas pidió que le remitieran la computadora. Los técnicos de la policía bonaerense justificaron su demora en que no habían logrado desbloquear la computadora porque carecían de la contraseña y porque varios de los archivos habían sido encriptados.
Entonces, la fiscal decidió enviar la tablet a peritos de la Policía Federal, quienes, en menos de cuatro días, desbloquearon la computadora y entregaron el detalle del contenido de los archivos encriptados.
Martes, 13 de enero de 2015