El Fondo de Población de la ONU informó que alrededor de 272.000 mujeres en el interior del país y 64.000 refugiadas en países vecinos anhelan un parto seguro. “En el mundo, la reproducción constituye una de las principales causa de muerte y enfermedad de las mujeres fértiles. En un contexto de guerra, las mujeres corren aún más riesgos como consecuencia de la precariedad de su situación”, declaró en rueda de prensa Daniel Baker, consejero para la Respuesta Regional de Siria de las Naciones Unidas.
Según el reporte del Fondo de Población (UNFPA), dentro de los 6,8 millones de sirios que necesitan ayuda en el interior del país en conflicto, 1,7 millones son mujeres y niñas en edad reproductiva y 272.000 darán a luz en los próximos meses.
Al mismo tiempo, los países vecinos de Jordania, Líbano, Turquía, Iraq y Egipto acogen a un total de 1,6 millones de refugiados sirios, de los cuales 64.000 mujeres y niñas en edad reproductiva están embarazadas.
Luego Baker expresó la preocupación del organismo por la falta de recursos en el país para atender las urgencias. “Estas mujeres puede que tengan que dar a luz sin los instrumentos básicos necesarios para un parto seguro”, explicó.
La UNFPA reflejó que como consecuencia de la guerra, el 36 por ciento de los hospitales públicos está fuera de servicio, el 21 por ciento parcialmente dañado y el 78 por ciento de las ambulancias públicas están averiadas.
Baker afirmó que el Fondo de Población está trabajando en la zona y logró ofrecer servicios durante el parto a 1.300 mujeres en Alepo y Damasco durante las dos últimas semanas y, en el resto de Siria, unas 4.800 mujeres podrían hacer uso de estos mismos servicios en clínicas o en los equipos móviles.
El conflicto armado entre los rebeldes y el régimen de Bashar Al Assad ya ha cumplido dos años y ha hecho aumentar el número de cesáreas, “ya que muchas madres optan por partos planificados para asegurarse de recibir atención médica”.
“Entre el 35 y 65 por ciento de las mujeres dentro de Siria, en función de la zona, se someten a una cesárea. Lo normal es que sólo el 15 por ciento de los partos sean de esta forma, según la Organización Mundial de la Salud”, justificó Baker.
La situación de las mujeres no sólo puede complicarse durante el embarazo, en muchos casos no esperado como consecuencia de la falta de planificación familiar durante el conflicto, sino que en tiempos de guerra aumenta la violencia sexual y los abusos domésticos. “Además de los efectos psicológicos, la violencia puede causar graves consecuencias en la salud general de las mujeres”, aclaró.
La UNFPA puso como ejemplo a unos 1,7 millones de mujeres en edad reproductiva que necesitan asistencia variada en el interior de Siria, pero de las que sólo el 31 por ciento recibe algún tipo de atención.
“El dinero es esencial para seguir ofreciendo servicios médicos. Pedimos 40 millones de dólares, lo que es una cantidad pequeña. Ese dinero es vital para ofrecer servicios a las mujeres o permitir la contracepción”, sentenció.
Miércoles, 12 de junio de 2013