El Santiago Bernabéu fue el escenario donde se vieron las caras los "merengues" y "culés" en el marco de la semifinal de ida del tradicional certamen copero.
Abrió la cuenta Cesc Fábregas tras una buena habilitación de un discreto Lionel Messi, pero el elenco visitante desperdició varias situaciones claras de peligro y lo aprovechó Raphael Varane de cabeza para establecer el 1-1 definitivo. Gonzalo Higuaín jugó un rato, mientras que Javier Mascherano estuvo en el banco. El 27 de febrero, el desquite. Mañana, Atlético Madrid-Sevilla.
Como suele ser costumbre cada vez que se enfrentan, Real Madrid y Barcelona les regalaron a los fanáticos futboleros un gran espectáculo deportivo, en el marco del cotejo de ida por la semifinal de la Copa del Rey. En medio de intermitentes rendimientos de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, las principales atracciones del encuentro, el resultado final fue 1-1 en un Santiago Bernabéu repleto.
El primer tiempo encontró un trámite parejo y con opciones de peligro para ambos bandos. Sin embargo, la mala puntería fue el común denominador que no permitió la apertura del marcador en los 45 minutos iniciales. De todas maneras, las cosas se modificaron en el complemento y la visita halló la ventaja rápidamente, a los 4 minutos del segundo tiempo, con una excelente definición de Cesc Fábregas ante el achique del debutante Diego López.
Cabe destacar que esa diferencia parcial se hizo posible gracias a una "avivada" del '10' de la Selección argentina, quien se anticipó a todos fuera del área y habilitó de manera perfecta al volante español, que fue certero de cara a la red. Igualmente, no habría más acciones descollantes del rosarino, apagado como no se lo veía en los últimos tiempos.
Realmente, el equipo que hoy condujo Jordi Roura perdonó a los "merengues" en varias ocasiones; el propio Fábregas, Jordi Alba y hasta Pedro dilapidaron claras aproximaciones a la valla rival y carecieron de efectividad. Fue entonces cuando se cumplió una vieja máxima del fútbol: "Los goles que no se hacen en un arco, se sufren en el propio".
El zaguero Raphael Varane les ganó a los contrincantes en las alturas y clavó un cabezazo letal contra un palo a los 36 minutos del complemento, estableciendo el 1-1 final que jamás volvería a cambiarse. De esta manera, alivió la situación de su equipo, que soportó varias bajas, y también le salvó la "ropa" a José Mourinho, muy cuestionado y bajo la lupa por la pobre labor en el campeonato doméstico.
En cuanto al resto de los argentinos, Javier Mascherano se mantuvo en el banco de suplentes "blaugrana" y no ingresó, cosa que sí hizo Gonzalo Higuaín para disputar la media hora restante del derby más apasionante del fútbol ibérico. A su vez, Ángel Di María se ausentó por una suspensión.
Así las cosas, la serie quedó totalmente abierta para la resolución que se llevará a cabo el próximo 27 de febrero en el Camp Nou, escenario donde se conocerá al finalista del torneo. Además, el Atlético Madrid de Diego Simeone y Sevilla medirán fuerzas mañana para seguir soñando con estar presente en la definición del 18 de mayo.
Miércoles, 30 de enero de 2013