La AIEA denunció que Teherán realizó "extensas tareas de limpieza" en Parchin, donde hubo experimentos con armamento no convencional. En la planta subterránea de Fordo, duplicó su capacidad de enriquecimiento de uranio. La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) afirmó, este jueves, en Viena, que esas labores que habrían destruido rastros de pruebas con armas nucleares "tendrán un impacto adverso en la capacidad de la agencia de realizar una verificación efectiva".El último informe sobre Irán del organismo nuclear de la ONU recuerda que el régimen de Mahmoud Ahmadinejad no permitió a los inspectores ingresar a la planta de Parchin porque es un edificio militar."Cuando la agencia tenga acceso al lugar, su capacidad de realizar una verificación eficaz se habrá visto considerablemente obstaculizada", insistió.Desde inicios de año, la AIEA viene pidiendo, en vano, que le permitan acceder a las instalaciones sospechosas. Basándose en imágenes satelitales, detectó las tareas de limpieza.
El texto indica también que Irán aumentó sus esfuerzos para enriquecer uranio al 20% en la instalación subterránea de Fordo, donde se instalaron cientos de nuevas centrifugadoras pese a las sanciones internacionales.
El régimen iraní había montado unas 2.000 centrifugadoras el 18 agosto, cuando en mayo disponía de unas mil, según el documento. Alrededor de 700 de ellas están activas.
Según los últimos datos, produjo 6.876 kg de uranio enriquecido al 5% (679 kilos más que las cifras de mayo) y 189,4 kg de uranio al 20% (lo que equivale a un alza de 43,8 kg).
Fuente: AFP - EFE
Viernes, 31 de agosto de 2012