Desde APICC y FEC analizan el contexto mercantil y reflejan que, más allá de las liquidaciones estatales y municipales, los capitalinos gastan lo “justo y necesario”.
Piden políticas que garanticen el consumo y tienen temor ante una posible recesión.
El comercio correntino sufre las dificultades de la inflación, la quita de importaciones y el panorama incierto en materia de políticas económicas. A pesar de las rápidas liquidaciones de sueldos y aguinaldo en estatales y municipales, las ventas se mantienen en una meseta en esta capital.
“Es un año difícil, la gente siente en carne propia la falta de certezas en materia de economía. La tensión con los gremios y la escalada de precios flaco favor le hace a quienes venden elementos que no son de primera necesidad”, reflexionó el presidente de la Asociación de la Producción, Industria y Comercio de Corrientes (APICC), Enrique Collantes.
“Más allá de los números que difunde el INDEC, todos saben que estamos viviendo un tiempo de recesión. Todos cuidan bien su dinero antes de hacer una inversión, no hay esa predisposición al consumo”, amplió.
El empresario sintetizó que con el Día del Padre repuntó un poco el “movimiento” pero las ventas se mantienen estables.
Consultado sobre la inflación registrada en materia de alquileres de locales céntricos, el mercantil señaló que “eso es relativo y corresponde a acuerdos entre dos partes. El tema de fondo acá es la falta de certidumbre para invertir y eso es responsabilidad de la Nación”.
Estancamiento
El aporte de lo “estatal” es inexorable para dinamizar la economía local y los comerciantes lo saben. Tanto es así que desde la Federación Económica de Corrientes (FEC) su titular, José Ojeda, semblanteó la coyuntura y apreció: “Los negocios trabajan con una línea limitada, el adelanto del aguinaldo ayudó un poco, pero la actividad de estos días lejos está de ser excepcional”.
Bajo esa tesitura, el referente agregó que “los empresarios tratan de cubrir primordialmente los gastos que generan los haberes de los empleados, impuestos y otras deudas, pero no pueden invertir, entonces se genera una meseta”.
“Hay que ser optimistas y esperar que cambie el escenario actual. En rigor de verdad hay que reconocer que no podemos esperar un boom de ventas, porque acá el comercio está atado al presupuesto provincial”, indicó a época.
Así las cosas, las vidrieras capitalinas siguen anunciando ofertas con letras de molde: descuentos, liquidaciones y planes de pago. Los consumidores eligen, miran, consultan y compran sólo lo más necesario.
Miércoles, 27 de junio de 2012