En el caso, que fue elevado a juicio, está imputado un cabo de Policía. Se habría sostenido que debería intervenir el fiscal de Saladas.
En mayo, la causa por el asesinato de un mallonero llamado Horacio Giménez, por el que está imputado un policía, fue elevada a juicio, ante lo cual, comenzó la etapa de admisión de pruebas. En ese sentido, se indicó que tanto Fiscalía como la defensa plantearon nulidades por el requerimiento de elevación. Para el fiscal, debería entender su par de Saladas, por lo que se amparó en el artículo 65 del Código Procesal de Corrientes, que le da dicha atribución.
Hay que señalar que, según la querella, la causa estuvo a punto de prescribir por ciertas demoras de la Justicia. Todo esto motivó a sucesivos reclamos de los familiares de Giménez, que protagonizaron diversas marchas en la calle (fotos).
El abogado que representa a la familia de la víctima, indicó que buscará cambiar la carátula del expediente para que al agente se lo condene con prisión perpetua por el delito de homicidio agravado por lesiones graves.
Actualmente, la carátula sostendría que la muerte ocurrió por un exceso de la legítima defensa.
El crimen aconteció el 21 de enero en el 2015, en zona de Empedrado, en Derqui.
Debe recordarse que, aparentemente, se habría producido una gresca entre dos grupos, entre los que estaban Miño y Giménez; este último se hallaba junto a dos allegados. Lo cierto es que, en medio de la supuesta pelea, hubo sucesivos disparos con un arma de fuego.
El abogado querellante indicó que hay una serie de elementos para desestimar la teoría de legítima defensa. Entre estos, detalló que la víctima sufrió dos disparos, uno de los cuales tiene un orificio de salida, por lo que habría sido a quemarropa, mientras que el otro, que habría sido efectuado primero, fue ejecutado a mayor distancia, por lo que se estima que Giménez fue “rematado”.
“Se dispararon entre 20 a 30 balazos, y ante esto, no se puede hablar de un exceso en la legítima defensa, sino de un homicidio”, aseveró el letrado de la querella.
Así las cosas, la causa fue elevada al Tribunal Oral Penal Nº1 y está a la espera de que se pueda dar fecha al debate.
En el medio, se está llevando adelante la admisión de todas las pruebas, en la cual se plantearon algunas nulidades.
Desde la defensa, se insiste en que se trató de un caso de legítima defensa, porque, según sostienen, había personas armadas en el grupo de la víctima.
Uno de los testimonios, desmentiría esta versión. Según dijo el hermano de la víctima, quien terminó seriamente herido de varios balazos, ninguno de su grupo tenía armas de fuego. Asimismo, señaló que le dispararon a un metro de distancia.
“En el lugar, estaban dos personas flacas y uno gordito”, había asegurado el mencionado testigo. Este sujeto “gordito” sería Miño y, según el hermano de la víctima, era quien se encontraba armado.
Otras de las nulidades habría sido planteada desde la Fiscalía, ya que sostiene que no se aclara cuál es el exceso en la legítima defensa, indicaron fuentes cercanas.
Según se manifestó, el interés de esta postura está en que aparentemente se querría que entienda en el proceso la Fiscalía de Saladas.
Viernes, 6 de julio de 2018