La dirigencia del Frente para la Victoria de Corrientes o justicialismo, como se lo quiera llamar, percibió a la marca Frente para la Victoria y a quien fue su líder hasta la pasada semana como un pesado lastre que los distanciaba cada vez más de una sociedad harta ya de una manera de hacer política que lleva décadas en la Argentina y que solo desemboca en corrupción y violencia.
La pasada semana, encabezados por los candidatos a gobernador e intendente de la Capital del sector, Carlos Mauricio Espínola, Camau, y Fabián Ríos, la cúpula partidaria se reunió para enterrar lo que tanto peso les causaba: el nombre y el liderazgo, algo esto último que aunque no lo expresaron públicamente buscan desesperadamente sacarse de encima con la misma hábil cintura para los desmarques que siempre ha demostrado la dirigencia peronista. A rey muerto, rey puesto.
Así, el frente que encabece el peronismo se llamará desde ahora Haciendo Corrientes. Tratarán de no recordar más al Frente para la Victoria que, con uñas y dientes, defendieron durante los últimos doce años, no mencionarán más el apellido Kirchner y buscarán evitar traer apoyos externos que estén ligados a escándalos de corrupción o que suenen muy cercanos a los dos máximos líderes nacionales del sector de la última década, que, a juzgar por la desesperación por el despegue, no parece haber sido muy ganada que digamos.
Nada nuevo
En el peronismo, sobre todo el correntino que fue peronista de Perón, cafierista, menemista, duhaldista, kirchnerista y varios istas más, esto no es nada nuevo. No.
Por el contrario, es una vieja práctica que la ha llevado delante de manera exitosa durante décadas, para ellos, no para el país: disfrazar al zorro de gallina para que pueda entrar de nuevo al gallinero como si nada hubiera pasado.
Y obviamente algunos parecen no querer desaprovechar la oportunidad de sacar ganancias en río revuelto. El tren pasa una sola vez habrán pensados los renovadores, con una clara y perfectamente identificable raíz kirchnerista aunque lo nieguen: Sergio Massa.
Así, las huestes del Frente Renovador, que en los últimos años denunciaron y defenestraron al kirchnerismo, plasmado el cambio de nombre no dudaron un instante en comenzar a acordar estrategias en común con el ahora llamado Haciendo Corrientes. O sea, debemos entender que a los a dirigentes correntinos del Frente Renovador, el massismo (+a por si a alguien le quedan dudas) que denunció al kirchnerismo no les importaba la corrupción ni las políticas erróneas como dijeron, sino que les molestaba el nombre Frente para la Victoria.
Nadie resiste un archivo y si repasamos el de hace dos años atrás nos encontramos con sorprendentes y duras declaraciones del humorista Eugenio Nito Artaza y de Germán Braillard Poccard, candidato a gobernador e intendente del massismo o Frente Renovador en Corrientes contra el kirchnerismo, hoy llamado Hacemos Corrientes e integrado exactamente por las mismas personas que hace dos años.
Hace dos años aplicaban políticas erróneas y eran corruptos, hoy “estamos construyendo una agenda común”.
¿Qué pudo haber cambiado en dos años? ¿Entendieron los kirchneristas (bueno… los Hacemos Corrientes) que las políticas que se ponían en práctica eran erróneas? No, porque las siguen reivindicándolas con otro traje puesto. ¿Decidieron pagar sus culpas por los casos de corrupción en los que estuvieron involucrados y defendieron? Tampoco, porque siguen negándolos y asegurando su inocencia pese a las pruebas contundentes y además no pagaron los delitos cometidos ni devolvieron un solo centavo mal habido.
¿Qué pasó entonces para que los renovadores se hayan decido a sumarse a los zorros disfrazados de gallinas? Sencillo, responden a su origen zorro y el disfraz les viene como anillo al dedo para sumarse aunque sea como segundones, a un tren que les puede dar aunque sea un cargo, que de otra manera seguro no lo obtendrían. Quienes creyeron que el Frente Renovador y Sergio Massa y, por ende, sus dirigentes correntinos eran algo diferente al kirchnerismo tienen hoy malas noticias, bienvenidos al mundo real de la mala política, les mintieron, pero no hoy, desde hace dos años les vienen mintiendo, pero eso, les cuento otro día (N. S.).
Martes, 4 de abril de 2017