Nadia Valavani es la primera funcionaria que sigue los pasos del antiguo responsable del área, Yanis Varoufakis, quien se fue antes del acuerdo y ahora advirtió: "No cuenten conmigo para esto". Valavani dimitió este miércoles en protesta por el acuerdo alcanzado por Atenas con los acreedores para un tercer rescate económico. La ahora ex viceministra de Finanzas griega oficializó su renuncia en una carta que le envió al premier Alexis Tsipras, en la que critica "las medidas inútiles" incluidas en el acuerdo, por las que "no puedo seguir siendo miembro de este Gobierno", según ha informado el diario heleno Kathimerini.
La dimisión de Valavani se produjo mientras el Parlamento griego debate en comisiones el primer paquete de medidas que los socios de la eurozona han impuesto al Ejecutivo como condición previa para iniciar las negociaciones sobre el tercer programa de rescate.
El paquete legislativo se prevé que será trasladado al pleno a partir de primeras horas de la tarde, donde se espera que el debate se prolongue hasta entrada la madrugada.
Nadie duda de que el proyecto saldrá adelante con una amplia mayoría de votos, aunque es previsible que la coalición de Gobierno izquierdista-nacionalista deba buscar el apoyo de la oposición, dada las ampollas internas que ha levantado el acuerdo.
El proyecto de ley lleva por nombre "Reformas urgentes para la negociación en vista de acuerdo con el Mecanismo de Estabilidad Europea (MEDE)" y lo firman el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, el del Interior, Nikos Vutsis, el de Trabajo, Panos Skurletis, el de Justicia, Nikos Paraskevópulos, y el ministro adjunto de Reforma Administrativa, Yorgos Katrúgalos.
EFE
Extendieron la medida
Los bancos griegos permanecerán cerrados por lo menos hasta el viernes, según el nuevo decreto publicado hoy por el Ministerio de Finanzas, que amplía el espectro de operaciones que podrán llevarse a cabo en aquellas sucursales que hasta ahora sólo estaban abiertas para el pago de pensiones y subsidios de paro.
El gobierno izquierdista de Grecia lanzó un esfuerzo frenético de 24 horas el martes para sacar adelante más medidas de austeridad en el Parlamento y cumplir las exigencias de los acreedores europeos mientras enfrenta creciente oposición en el país.
Las medidas de austeridad, que incluyen recortes a las pensiones y mayores impuestos a todo, desde los condones hasta las carreras de caballos, fueron pactadas con líderes de la eurozona para evitar que la economía griega se viniera abajo y pudiera recibir un tercer rescate por 85.000 millones de euros (93 millones de dólares).
Esto significa que los griegos, de por sí castigados por la recesión, tendrán que pagar más por todo lo que compren a partir del fin de semana.
Rebelión en la granja
Los políticos de línea dura en el Partido Syriza del primer ministro Alexis Tsipras están en una rebelión abierta, y los sindicatos y asociaciones comerciales que representan a empleados del gobierno, dueños de farmacias y otros han exhortado a irse a la huelga o las han extendido para que coincidan con una votación del miércoles en el Parlamento.
Panagiotis Lafazanis, ministro de Energía y uno de los miembros de línea dura en Syriza, dijo que Alemania, el principal acreedor de la eurozona, y sus aliados actúan como "asesinos financieros" al obligar a Atenas a aceptar el acuerdo, y exigió al primer ministro que lo rechace.
"El acuerdo es inaceptable", afirmó Lafazanis en un comunicado. "Es posible que el Parlamento lo apruebe, peroel pueblo nunca lo aceptará y estará unido contra él".
En una entrevista en la televisión estatal, Tsipras dijo que no renunciará, a pesar de la evidente disidenciadentro de su propio gabinete y partido.
"No huiré de mis responsabilidades", manifestó. Criticó también el acuerdo, pero dijo que fue lo mejor que Grecia pudo obtener.
"El acuerdo es inaceptable", dijo el ministro griego de Energía
"Las políticas que nos impusieron fueron irracionales", denunció Tsipras. "Enfrentamos una posición dura y punitiva de parte de nuestros socios", agregó, pero el acuerdo "ofrece una forma de salir de la crisis".
Partidos opositores simpatizantes de la Unión Europea han prometido respaldar las propuestas de ley del rescate, pero Tsipras podría perder su mayoría en el Parlamento, lo que debilitaría su capacidad de impulsar medidas a las que él se había opuesto vehementemente hasta hace unas semanas.
Panos Kammenos, ministro de Defensa y miembro de la coalición en el gobierno, también se opuso firmemente al nuevo acuerdo.
"Hubo un golpe de Estado. Un golpe en el corazón de Europa", dijo Kammenos, líder del partido de derecha Griegos Independientes.
El gobierno tiene 162 de los 300 escaños del parlamento, y más de 30 legisladores de Syriza han manifestado sus objeciones públicamente.
Ha habido especulaciones de que Tsipras podría elegir reorganizar su gabinete, con lo cual retiraría a los disidentes de los puestos clave.
Tras meses de negociaciones, Atenas se vio obligada a aceptar duras condiciones para poder permanecer en la eurozona, después de que no pudo pagar sus deudas al Fondo Monetario Internacional y de que sus bancos cerraran para evitar la fuga de capitales.
Reuters
Advertencia del Fondo
El FMI dijo el martes que las finanzas de Grecia están aún peor de lo que se pensaba. El organismo indicó que la deuda griega alcanzaría en los próximos dos años el equivalente a 200% de la producción económica del país, luego de que anteriormente había dicho que la carga de la deuda alcanzaría su nivel máximo el año pasado en 177%.
Ahora el FMI dice que Grecia necesita más alivio de su deuda y 85.000 millones de euros en nuevo financiamiento (un incremento de un cálculo anterior de unos 60.000 millones de euros) hasta 2018.
El FMI indicó que "ahora la deuda de Grecia sólo puede hacerse sustentable a través de medidas de alivio deudor que van mucho más allá de lo que Europa ha estado dispuesta a considerar hasta ahora".
Grecia enfrenta el lunes un pago de deuda por 4.200 millones de euros (4.600 millones de dólares) al Banco Central Europeo. También está retrasada en el pago de 2.000 millones de euros al FMI.
Miércoles, 15 de julio de 2015