Más de cinco mil personas participaron del agasajo de clausura en el salón Gran Surubí, donde se premió a los campeones del torneo pesquero y los diversos rubros en disputa.
El colorido de las barras pesqueras, el exquisito asado y la música de La Nueva Luna pusieron broche de oro a una edición histórica y que marca un nuevo rumbo de la Fiesta.
JUAN PABLO VALLEJOS (Textos).
MARCOS MENDOZA (Fotos).
ENVIADOS ESPECIALES.
La cita era en el salón Gran Surubí, el motivo la cena de clausura de la 40ª Fiesta Nacional del Surubí, los homenajeados fueron los más de 2.700 pescadores. Requisitos claves para disfrutar del broche de oro a un acontecimiento que volvió a marcar un punto alto de crecimiento y desafía a los organizadores a seguir estudiando estrategias para mantener el nivel o superarlo.
Más de 5 mil personas ingresaron al salón, donde una logística importante se montó tanto en el armado de las mesas como en el escenario Carlos Gómez Muñóz. Datos que grafican la magnitud de esta cena y que siempre despiertan la curiosidad de los foráneos o principiantes en esto: se cocinaron 3 mil kilos de carne y 5 mil chorizos, se distribuyó 600 kilos de pan y 5 mil helados.
A diferencia de años anteriores, el ambiente de la cena fue de menor a mayor, ya que la algarabía y colorido se hizo presente ya iniciada la clausura al entonarse la Canción del Surubí y cuando hizo su ingreso la barra pesquera de Luján, Buenos Aires.
En lo artístico, la velada comenzó con la presentación de la Orquesta Estable de la Fiesta que interpretó clásicos boleros, rancheras y cerró con chamamés, volviendo a ganarse el respeto y cálidos aplausos del público, tal como sucedió en las noches anteriores.
También fueron invitadas a saludar desde el escenario la reina del Surubí 2015, Florencia Demarchi y sus princesas, así como soberanas invitadas de otras fiestas provinciales y nacionales.
La entrega de premios se inició con los ganadores del torneo de pesca de costa para chicos especiales, organizados por la entidad Apipe.
Un dato a destacar durante la noche fue el saludo que se produjo, en varios momentos, entre los pescadores que tuvieron inconvenientes durante la jornada pesquera, como el vuelco de sus embarcaciones, y las personas que lograron asistirlas, en la mayoría de los casos recuperando documentos y objetos que se habían extraviado durante los percances en el riacho. Una vez más la confraternidad entre pescadores y pueblo goyano volvió a quedar de manifiesto como uno de los iconos de esta fiesta.
Luego siguió la premiación en el rubro pieza mayor y antes de que suba el ganador máximo, Oscar Macías con Curupí deleitaron con algunos clásicos del chamamé, para después acompañar a los campeones con la Canción del Surubí. A partir de allí todo fue fiesta; primero Emiliano Gabriel Reniero, de Reconquista (Santa Fe) recibió el premio por haber capturado el surubí de mayor tamaño; tras lo cual fueron coronados los ganadores del concurso, el equipo 58 de la barra pesquera Santa Rita, de Goya, integrado por Jorge Alberto Gómez, Gastón Eduardo Gómez y Omar García.
El número central de la noche fue La Nueva Luna, que hizo dos presentaciones. En primer lugar con el repertorio chamamecero, mientras que después interpretó las clásicas cumbias, donde nadie quedó sentado.
De esta manera concluyó la edición que marca cuatro décadas de desafíos, anécdotas, historia viva y que revalida a Goya como “Catedral del Surubí” y a la Fiesta como el “Mundial de Pesca”, tal como catalogaron los presentadores.
Martes, 5 de mayo de 2015
