Se rindió honor ayer a uno de los santos más populares. Fe, agradecimiento y pedido de trabajo fueron los ruegos elevados durante toda la jornada en los distintos templos.
Como todos los 7 de agosto, y convocados por el mismo sentimiento de fe, miles de personas se juntaron en santuarios erigidos en honor de San Cayetano en distintos puntos del país.
En Corrientes, el más emblemático es de la localidad de San Cayetano, ubicada a escasos 15 kilómetros de la capital. Hasta allí cientos de feligreses llegaron ayer para vivir la experiencia de la devoción y compartir las misas que se dieron durante todo el día.
El santuario fue “copado” por muchos jóvenes, quienes, a pesar de ser un día hábil, se aventuraron y caminaron hasta ese altar. “Quizás la masiva presencia de los chicos tenga que ver con el papa Francisco”, se animó a aventurar el padre Darío Valenzuela.
En tanto que imágenes similares de vivieron en Liniers (en Buenos Aires), el que quizás es el mayor santuario del patrono del pan y el trabajo de Argentina.
En ese santuario, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, dio la misa central en las puertas del santuario ante cientos de persona.
“El sacrificio de la vigilia, el madrugón y la distancia valen la pena porque la fe nos mantiene vivos, nos devuelve la vida. Y ese es el pedido de San Cayetano: que tengamos confianza”, sostuvo Poli durante el oficio religioso.
Jueves, 8 de agosto de 2013