El fervor de la gente se evidenciaba en plegarias emocionadas ante su imagen y la necesidad de llevarse a casa una imagen bendecida, como una gracia especial.
Reducidos grupos de trabajadores identificados con algún sector, no en la cantidad de otras ediciones, y muchas familias participaron de la caminata.
Con el mismo fervor de siempre, aunque en menor cantidad en relación a otros años, cientos de fieles peregrinaron hasta San Cayetano. Reducidos grupos de trabajadores identificados con algún sindicato, además de muchos jóvenes y familias participaron de la caminata, algunos, para pedir trabajo, otros para agradecer. El Arzobispo, debido a un fuerte estado gripal, no pudo acompañar esta manifestación de fe, sin embargo, estuvo presente a través de su mensaje leído durante la celebración eucarística presidida por el párroco. Espigas, estampitas, velas, imágenes, eran bendecidos constantemente a un costado del templo, para llevar de alguna manera, la gracia de Dios a los hogares o para los seres queridos. El “Patrono del pan y el trabajo”, sigue siendo el de los más convocantes dentro de la devoción de los católicos.
Como en cada fiesta patronal, la romería que rodea el templo fue una postal repetida ayer en San Cayetano y lo será seguramente el próximo miércoles, día litúrgico en el que monseñor Domingo Salvador Castagna presidirá las celebraciones centrales de la tarde.
A las 11, el párroco Rubén Darío Valenzuela, presidió la misa de los peregrinos. En la homilía leyó el mensaje que había preparado el Arzobispo. Ubicados en un lugar destacado, se colocaron “los panes del Santo”, que fueron bendecidos al final de la celebración para ser compartidos entre los presentes.
Puestos de venta de comidas, de las más variadas; de juguetes, plantas, ropa, de todo tipo, donde se podían encontrar, por ejemplo, desde remeras del papa Francisco hasta de san la muerte o el Gauchito Gil.
Este año, con la llegada del nuevo párroco, se pudieron observar algunos cambios, entre ellos, se amplió y mejoró la santería parroquial y se arreglaron los baños. También se ubicó una carpa estructural donde el padre Pedro Viana confesó durante horas. Aunque con nuevas caras, la atención y predisposición de los servidores, fue la misma se siempre.
En un espacio especial, los diáconos permanentes recibían a los peregrinos que acercaban imágenes, velas o estampitas, llaveros, para la bendición. “Es una forma de llevarse consigo la gracia de Dios. Estos objetos son un aliciente, una forma de sentirse más cerca de Dios. La gente tiene muchas necesidades y en su fe encuentra una manera de sobrellevarlas”, dijo uno de ellos a El Litoral.
Como es habitual, decenas de personas hicieron fila por varios minutos para poder ingresar al templo y rezar frente a la imagen del “Patrono del pan y el trabajo”. Rostros emocionados, plegarias en silencio, velas encendidas, evidencian la fe y las profundas necesidades de quienes acuden a la intercesión divina para afrontar las realidades terrenales.
Este año, en el predio lindero al templo, donde se celebran las misas, se ubicaron varios puestos de feriantes de la comunidad. Grupos de la parroquia y de otras capillas, ofrecían plantas y artesanías.
A pocos metros de la parroquia, en un predio abierto, los chicos que egresan este año del colegio secundario local, tienen a cargo el estacionamiento. Lo recaudado será para beneficio de su viaje de fin de curso y su festejo de fin de año.
Se pudo observar, aunque hay que decir que no se vio la multitud de gente desbordante de otros años, quizás por esto de haber tenido que adelantar la peregrinación por las elecciones primarias. Cabe destacar que se restringió el ingreso de vehículos en las cercanías al templo y se habilitó el camino que cruza por el Puente Pexoa para entrar al pueblo y para salida,la vía de comunicación que conduce a la calle lateral del nuevo hospital de Riachuelo.
Vale destacar que constantemente se pudo observar la presencia de empleados municipales recolectando residuos dentro del predio de la parroquia como en las calles aledañas, lo que favorece, a pesar de la cantidad de gente, el lugar se mantuvo limpio.
Luego de una mañana gris y de bajas temperaturas, la tarde se presentó soleada y con un clima agradable. Muchas familias optaron por pasar el domingo en San Cayetano.
Hubo una procesión con la imagen de San Cayetano a las 16 y después, se celebró la santa misa. A las 18, se rezó la novena y a las 19, se celebró otra misa.
Martes, 6 de agosto de 2013