Durante la jornada, se oficiaron varias misas con el templo colmado. La imagen encabezó el acto cívico por el Día de la Independencia en la plaza. El Arzobispo Emérito celebró la eucaristía central y consideró que la incredulidad es la raíz de muchos males actuales, como la violencia y la inseguridad.
Cientos de fieles visitaron ayer el Santuario de la Virgen Morena de Itatí, para participar de los festejos en su honor. Hubo durante la jornada varias misas, en las que el templo estuvo colmado. Por la tarde, se desarrolló la procesión y luego la celebración eucarística, que fue presidida por el arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, quien ponderó el “Sí” de María para que se cumpla la voluntad de Dios, y consideró que la incredulidad es la raíz de los males, como la violencia y la inseguridad.
Desde temprano, delegaciones de fieles de toda la región se acercaron hasta el Santuario para saludar a la Madre, en su día. La Virgen presidió durante la mañana el acto cívico por el 197 aniversario de la Declaración de la Independencia que realizó en la plaza Bolaños, frente al templo. A las 15.30, se inició la procesión, encabezada por la imagen peregrina de la Virgen. Al finalizar, monseñor Castagna presidió la eucaristía. Se refirió al texto del Evangelio, donde se hace referencia a la visita de la Virgen a su prima Isabel, donde ésta le expresa “feliz de tí María porque has creído”. En ese sentido, habló de la fe de María.
Dijo que la “ella fue lo que fue, porque creyó, fue una mujer eucarística porque creyó. Fue madre nuestra, porque creyó; madre de Dios, porque creyó". Destacó que “la única condición que le pidió Dios es que crea en El y diga sí”.
Hizo mención a palabras del beato Juan Pablo II, cuando expresaba que el gran mal de estos tiempo es la incredulidad, la que describió como la raíz de todos los malos. De la incredulidad, surge la violencia, la inseguridad, los cuales no son males en si mismo, sino surgen de la falta de confianza del hombre en su prójimo.
El cierre de los festejos patronales se vivió con la santa misa que se presidió el sacerdote jesuita oriundo de Itatí, Humberto González, quien predicó toda la novena. Se efectuó además una procesión con antorchas en torno a la plaza.
Por monseñor Piña
Un numeroso grupo de misioneros en honor al obispo emérito de Iguazú, Joaquín Piña, quien falleciera en las últimas horas, llevó a cabo ayer una peregrinación hasta la Basílica de Itatí. La delegación fue organizada por el Instituto “Virgen de Itatí” y su directora, Fabiana Borberger, comentó a el Territorio Digital, “estamos muy consternados por el fallecimiento del Obispo ya que era muy cercano a nuestra casa. Nos sorprendió su fallecimiento”, finalizó.
Jueves, 11 de julio de 2013