El abogado de un grupo de detenidos aseguró que se obliga a comer a los presos en huelga de hambre. Denunció que el trato es denigrante y que no hay impedimiento legal para liberarlos.Los al menos 130 presos en huelga de hambre en Guantánamo viven situaciones inhumanas y son forzados a comer con un mando militar que sólo responde a la violencia, denunció el abogado defensor de un grupo de los detenidos en la prisión militar estadounidense que el presidente, Barack Obama, prometió cerrar y nunca cumplió."Obama dijo que el Congreso está bloqueando el traslado de individuos desde la base en Guantánamo. Eso no es cierto. El presidente tiene el poder de liberar a individuos en beneficio del interés nacional, no tiene restricciones legales, sólo necesita tener el coraje político para hacerlo", aseguró el abogado Carlos Warner en diálogo telefónico con Télam."El Congreso sólo limitó al gobierno estableciendo que los individuos pueden ser transferidos si tienen un lugar seguro a donde ir o si el traslado responde al interés nacional del país. Mantener Guantánamo abierto afecta el interés nacional ya que, como dijo el propio presidente, fomenta más terrorismo", agregó.
La prisión de alta seguridad de Guantánamo es utilizada por las autoridades estadounidenses como centro de detención para acusados de "terrorismo", luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El entonces presidente George W. Bush firmó en noviembre de ese año una orden ejecutiva en materia militar sobre "Detención, tratamiento y enjuiciamiento de ciertos extranjeros en la guerra contra el terrorismo", por la que autorizó al Pentágono a mantener a ciudadanos no estadounidenses bajo custodia indefinida sin cargos.
Trato inhumano
Warner es un defensor público del pequeño estado de Ohio, pero desde 2008 sus principales clientes están fuera del país, en la hermética y tristemente famosa prisión de la base militar estadounidense Guantánamo, ubicada en una porción del territorio cubano, arrendado por Estados Unidos a principio del siglo XX.
Por orden de un Tribunal Federal de Washington, defiende a once de sus presos y desde el comienzo de la huelga de hambre se mantiene en contacto con uno de ellos, el kuwaití Fayiz al-Kandry.
"No sólo no hicieron nada, sino que además no representan un peligro"
Carlos Warner, abogado
"Me dijo que lo que desató la huelga de hambre fue que la supervisión de los prisioneros pasó de la Marina al Ejército en septiembre pasado, que adoptó un trato mucho más violento. En febrero, por ejemplo, lingüistas musulmanes empezaron a revisar los volúmenes del Corán de los detenidos sin respetar los códigos de esa religión", reveló.
Un mes después del inicio de la huelga, Warner volvió a visitar a su cliente en Guantánamo y éste "ya había perdido 40 libras (más de 18 kilos), le costaba mantenerse parado, estaba pálido, tenía la cara consumida. Parecía una persona que estaba literalmente muriéndose de hambre", recordó.
Y agregó que "el viernes pasado escuché que los militares habían empezado a alimentarlo por la fuerza, lastimándolo de forma deliberada. Según me dijo, usan un tubo para alimentarlo que es demasiado grande, provocándole un gran dolor. ¿Por qué lo hacen? Para que ceda y empiece a comer de nuevo".
Pueden ser liberados
Warner sostiene que pudo comunicarse con presos de los distintos pabellones y confirmar que desde hace un mes el número de los huelguistas ascendió a 130 de los 166 que alberga la prisión.
El mando militar de la base de Guantánamo sólo reconocía 31 presos en huelga hasta el sábado pasado, cuando elevó el número oficial a 100, aunque para el letrado esa cifra tampoco es cierta.
"Los militares dijeron que están alimentando por la fuerza a 24 presos pero no dijeron que son siempre los mismos. Creemos que van alternando los presos dentro de ese grupo, lo que significa que el número de los que son alimentados en contra de su voluntad es mucho mayor", explicó.
Le cuesta encontrar las palabras para describir el nivel de frustración y desesperanza que le comunican sus clientes enfundados en los conocidos uniformes naranja y elige citar de nuevo al kuwaití Al-Kandry.
"No nos dejan vivir en paz, no nos juzgarán y no nos dejarán morir en paz", contó que le dijo el detenido en su última charla.
De los 166 detenidos que hoy pueblan la cárcel de Guantánamo, todos son oriundos de Medio Oriente y 86 ya fueron aprobados para ser liberados.
"Los fiscales, el presidente, todas las agencias de inteligencia y el Departamento de Defensa acordaron de manera unánime que estos individuos deben ser liberados de inmediato porque, no sólo no hicieron nada, sino que además no representan un peligro", explicó el abogado.
De los 80 presos restantes, sólo seis, supuestamente vinculados a los atentados contra las Torres Gemelas en 2001, están siendo juzgados, aunque por cortes militares ad hoc que no respetan ni el mínimo de las garantías legales establecidas en el derecho internacional.
Los otros 76 no fueron acusados ni recibieron la luz verde para ser eventualmente liberados.
Contra el derecho internacional
"El gobierno de Obama está diciendo, en contra del derecho internacional, que estos presos deben permanecer detenidos de forma indefinida por lo que podrían hacer en el futuro", explicó el letrado, ya exasperado con su propio relato.
Sobre todo al revelar que los presos no llegan nunca a saber de qué se les acusa específicamente ni qué pruebas tiene el Pentágono en su contra. Toda esa información, concluyó Warner, es clasificada.
Las violaciones a los derechos humanos que suceden allí dentro fueron reiteradamente denunciadas por organismos internacionales, la última de las veces ayer a través del portavoz de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (UNHCR), Rupert Colville, quien aseguró que alimentar a la fuerza a los prisioneros "contraviene la ley internacional".
Y advirtió que si se confirma que las personas están siendo alimentadas contra su voluntad, la UNHCR "lo considerará como un trato cruel, inhumano y degradante que está prohibido por el derecho internacional".
Obama, por su parte, volvió a prometer ayer que reanudará los esfuerzos para que el Congreso apruebe el cierre de Guantánamo, prisión a la que definió como "cara", "ineficaz" y como estímulo para el sentimiento antinorteamericano en el mundo.
Cinco años atrás, durante su primer campaña para llegar a la Casa Blanca, el cierre de Guantánamo había sido una de sus promesas centrales.
Jueves, 2 de mayo de 2013