El Merengue volvió a superar a Barcelona y mostró una supremacía. Fue 2-1 con goles de Benzema y Sergio Ramos, mientras que Messi había puesto el empate parcial para alcanzar el récord de 18 goles en clásicos de Di Stéfano.



Cristiano Rolando sentado en el banco de suplentes fue el fiel reflejo del orden de prioridades que estableció Mourinho en el inicio de la recta final de la temporada. Real Madrid está muy lejos en la Liga y, como se dio el lujo de eliminar a Barcelona en Copa del Rey, hoy afrontó el clásico con algunos suplentes. De todos modos, terminó quedándose con la victoria por 2-1, con un final polémico por un claro penal sobre Adriano no cobrado.

El Merengue volvió a hacer un partido sólido en todas las líneas y por momentos no dejó jugar a los de Roura. Por eso no sorprendió que Karim Benzema (PT 5m) apareciera solo por el segundo palo para sacarle máximo rédito a una buena habilitación de Álvaro Morata y pusiera rápidamente el 1-0.

El equipo de Mou dominaba y amenazaba con repetir la historia de la semana, cuando anuló a su rival y se llevó el partido de punta a punta. Sin embargo, cuando Lionel Messi (PT 17m) parecía estar totalmente desconectado del partido, aprovechó los espacios a la espalda de Fabio Coentrao y con una buena maniobra individual puso el 1-1. El rosarino marcó por 18ª vez en los clásicos y alcanzó a Alfredo di Stéfano como máximo goleador en la historia de los Real Madrid - Barcelona.

Desde entonces, el trámite del partido se acható. A punto tal fue discreto el partido que lo más destacado se vio en los pies de Pepe, quien de a ratos dejó de lado su rol de recio zaguero y se encargó de distribuir criteriosamente la pelota.

Por el lado de Barca, la crisis asoma cada vez con mayores certezas. Sin fútbol y por momentos con una confusión inédita, los catalanes están irreconocibles. Afuera en la Copa del Rey, con un panorama complicadísimo en la Liga de Campeones, ahora suma que no pudo hacer pie en el Bernabeu y, Sergio Ramos (ST 36m) mediante, se fue de Madrid con las manos vacías. Es que el capitán merengue metió la cabeza y decretó un 2-1 que hizo justicia en el trámite del partido.

Real Madrid hasta pudo estirar la ventaja con un exquisito tiro libre de Ronaldo que se estrelló en el palo, pero el 2-1 se mantuvo inalterable. Y fue así porque sobre la hora el árbitro Miguel Ángel Pérez Lasa omitió un grosero penal de Sergio Ramos sobre Adriano que podría haber cambiado la historia.

Fue 2-1 y alegría madridista. Igualmente, los de Mou quedaron a 13 puntos, pero mañana Atlético Madrid puede acercase y ponerse a nueve. En Barcelona, en tanto, ya se piensa en Juventus, aunque antes se buscará la recuperación por Liga ante Deportivo La Coruña.


Domingo, 3 de marzo de 2013