En Córdoba, el Xeneize empezó arriba temprano en el Kempes a través de Erviti, emparejó Mora y en el tramo final apareció Trezeguet para desatar la alegría del Millonario. Sobre el cierre, vio la roja Vangioni.
River festejó este sábado un intenso 2-1 sobre Boca en el estadio Mario Kempes de Córdoba que le permitió imponerse por 2-1 en los superclásicos de verano: ya había festejado en Mar del Plata y el Xeneize en Mendoza por penales.
Apenas habían transcurrido cuatro minutos de juego cuando se asociaron Juan Manuel Martínez y Santiago Silva para hacer temblar las redes millonarias. El Burrito habilitó al hueco y por derecha al Pelado, éste quiso definir muy defectuosamente y le salió un pase al medio, por donde Walter Erviti entró solo para definir bajo.
Ese comienzo fue la piedra fundamental de un trámite que comenzó muy favorable a los de Carlos Bianchi, que con un Erviti adelantado y las pinceladas de sus atacantes parecían coquetear con el segundo ante un rival muy atado del que sólo podía desprenderse un solitario Rodrigo Mora.
Marcelo Barovero debió intervenir luego ante otra entrada de Erviti, pero a los 27, en la primera profunda de los de Ramón Díaz, llegó la igualdad. Carlos Sánchez metió un pase por izquierda, Pablo Ledesma falló en la contención, el balón le quedó a Ariel Rojas, centro al medio y aparición de Mora para emparejar el marcador.
Ese tanto le cambió la cara al trámite, que entonces comenzó a favorecer a los de Núñez y mostró pasividad entre los de La Ribera. Podría haber marcado David Trezeguet por derecha pero le faltó puntería, y sobre el descanso la ingenuidad de las marcas millonarias dejó a Erviti mano a mano con Barovero, pero el arquero controló la pelota con jerarquía.
En el complemento, pareció Boca comenzar con mayor consistencia, pero su gravitación se diluyó al igual que la de quien amagó con manejar los hilos, Leandro Paredes. Éste fue el único en darle trabajo a Barovero con un tiro libre.
Después, entre la salida de Erviti de un lado y el ingreso de Leonardo Ponzio del otro, el dominio fue sólo millonario. Ponzio avisó con un tiro alto y Mora punteó un balón que se fue apenas desviado. Hasta que, a los 33, Ariel Rojas mandó un centro desde la izquierda para un Trezeguet apenas adelantado que cabeceó para que tapara Agustín Orión y en el rebote lo batió con un remate entre sus piernas.
Después, Orión le tapó el tercero al ingresado Carlos Luna y Leonel Vangioni, de buen nivel desde que ingresó, vio la roja en el cierre.
El pitazo final de Diego Abal desató la fiesta para un River que se dio el gran gusto de terminar con saldo a favor los superclásicos del verano para ganar confianza de cara al Torneo Inicial. Boca, por su parte, deberá destacar esas chispeantes variantes que tiene en ataque y acompañarlas con una mejoría en su zona media.
Lunes, 4 de febrero de 2013