El epilogo de la 8º Fiesta del Chamamé y la Cultura Popular de
Mercedes, arrancó igual que las dos noches anteriores, con el
despliegue escénico del Ballet Oficial dirigido por Marisa Bóveda y
Pablo Feu, mientras en el cielo dominical estallaban fuegos artificiales y los conductores José Sandoval y Lisandro Arriola anunciaban el inicio de la Fiesta.
La consigna era una noche Montielera, y como tal se le ofrendo un
tributo al gran acordeonista nacido en Paso de Los Libres. La grilla
ofreció una diversidad de artistas de primera línea y gran trayectoria,
mezclados con jóvenes acordeonistas como Miguel Gómez, quien
subió antes que todos para dejar su huella, acompañado en guitarra
por José María López.
Le siguieron el acordeonista de Concordia, Ismael Torales; "Los
Mercedeños" con Vaquero Álvarez en el fuelle; Nostalgia
Mburucuyana; Mateo Villalva quien invito a cantar a José María López;
Quique Sheridan y Los del Paiubre y Alma de Montiel.
La pista “Camba” Galleta Costaguta fue contantemente desbordada
por bailarines que disfrutaron de la propuesta musical de los artistas
convocados y se sintieron a gusto con su repertorio. Por su parte,
el Gurí Molina volvió a hacer reír y animó los entreactos con su
verborragia y ocurrencias. Un gran acierto de los organizadores.
La Comisión del Chamamé decidió reconocer a una pareja de
bailarines entrerrianos, Rubén y Norma; y a Beti Ale, una entrerriana
que alterna su vida entre Grecia, donde pasa 6 meses del año, y
Mercedes, donde está radicada desde hace 4 años, en pareja con un
mercedeño, Manuel Gauna.
A mitad de la madrugada llegó Paí Julián con Neike Chamigo, para
dejar una oración especialmente preparada para el festival “…Padre
Dios, la Fiesta ha comenzado, bendice a nuestros artistas, y a los
espectadores, a los organizadores, animadores y comunicadores, y a
los responsables de esta fiesta, bendice a quienes nos visitan, bendice
a nuestros queridos difuntos, bendice a nuestros abuelos y a nuestros
niños musiqueros, nuestra memoria y nuestra esperanza, bendice
nuestra fiesta, bendice nuestra alegría, y que el viento enamorado
de los fuelles chamameceros, hinque nuestros corazones y estalle el
Sapucay…”
En el final, Verón Palacios y el Cuarteto Santa Ana De Juan Y
Ernestito Montiel le pusieron el broche a una velada donde abundaron
la música, el baile y las más bellas expresiones del espíritu puestas
de manifiesto en cada sapucay, en cada gesto de emoción, en cada
deseo expresado en palabras y en melodías que brotaban de los
acordeones y guitarras.
Martes, 15 de enero de 2013