Son de móviles que no pertenecen a la empresa avalada por el Municipio y que captan a los pasajeros desde las dársenas y les cobran precios muy elevados.
La ciudad se trasformó en estos días en un punto clave para el turismo en la región, especialmente debido a los eventos de gran magnitud como la Fiesta Nacional del Chamamé. Sin embrago, los turistas que llegan a la Terminal con intenciones de disfrutar del receso, deben enfrentarse muchas veces a una situación inesperada: los remiseros "truchos" que les ofrecen sus servicios a un precio muy por encima del establecido para la empresa de trasporte privado oficial. El reclamo está encabezado por los trabajadores y se mantiene desde hace varios meses.
En su edición del 30 de julio pasado, EL LIBERTADOR publicó una nota en donde daba cuenta de la situación de permanente tensión que se vive en la Terminal de Ómnibus. Los remiseros de la empresa Apipé, que tiene la concesión del Municipio para trabajar exclusivamente en ese sector, se quejaban de la presencia de móviles ajenos a la firma que "alzaban" a los turistas acercándose a las dársenas de los colectivos. Estos remises no cumplen con los requisitos de seguridad y cobran una tarifa propia, mucho más alta que la oficial.
A pesar del tiempo trascurrido, los reclamos siguen sin respuestas y este hecho genera constantes enfrentamientos y discusiones entre los choferes de uno y otro bando. En medio de todo, los turistas desprevenidos siguen siendo sorprendidos por el abuso de esos móviles truchos.
AVIVADAS
Actualmente, la tarifa mínima vigente es de 8 pesos y es igual para todas las empresas. Sin embrago, los visitantes de la ciudad pueden llegar a pagar $10, incluso más, por no estar al tanto de los precios. Así, el total de un pasaje al barrio Molina Punta, por ejemplo, puede alcanzar los 90 pesos, como informó en su momento.
Los remiseros que denunciaron el caso indicaron que los pasajeros más buscados por los avivados son justamente los turistas, personas del Interior provincial y los adultos mayores. "Les cobran más sea como sea; si tienen la lista de precios a la vista, se aprovechan de que las personas no conocen la ciudad y los llevan por caminos más largos para que el kilometraje sea mayor", explicó a este medio uno de los choferes que trabaja en la Terminal.
Según explicó, el abuso de estas personas que operan libremente en la zona es doblemente perjudicial. En primer lugar, porque afectan su fuente de trabajo quitándoles pasajeros. Y en segunda instancia, por el dinero extra que les hacen pagar a las personas que toman el servicio.
El malestar termina muchas veces en peleas y es por ello que los operarios de Apipé reclaman constantemente la presencia policial para evitar los posibles enfrentamientos.
En la nota publicada anteriormente, por ejemplo, otro chofer de la empresa indicaba la forma de actuar de esa clase de conductores. "Por la mañana la Terminal es tierra de nadie. Los operadores de remises truchos entran caminando por el portón de ingreso de micros y allí nos sacan pasajeros. Muchos maleteros los ayudan a salir porque les dan algunas monedas. Antes había guardia privada en el lugar, pero hace un tiempo desde el Directorio nos dijeron que no tienen personal disponible para hacer los controles", indicó.
La cuestión persiste a pesar de los reclamos y se potencia en fechas como ésta, donde la llegada de los turistas alcanza su punto más alto.
PARA destacar
Los pasajeros deben exigir al chofer que los traslada que les muestre la lista de precios basada en la tarifa oficial. De lo contrario, están sujetos a que el monto total por el viaje sea arbitrario y mucho más elevado del que les corresponde pagar por el servicio que acabaron de ocupar.
"La gente viene de otro lado y no sabe lo que realmente les corresponde pagar. Es como una estafa que se les hace porque les cobran muy caro y esto nos afecta a todos, porque después se corre la voz de que en la Terminal se cobra más caro y ya no quieren tomar el servicio", señaló un chofer de Apipé.
Lunes, 14 de enero de 2013