La situación de Marcos Rojo, colgado por Russo, tiene al vestuario dividido.
Hay futbolistas fieles al "capitán" y otros acusados de ser "buchones".
No consideran a Cavani un líder genuino y Paredes necesita apoyo para ordenar el vestuario.

La crisis deportiva del plantel profesional de Boca Juniors alcanzó la peor racha histórica sin victorias tras la derrota ante Huracán: son 11 partidos sin ganar los que acumula el equipo: uno con Fernando Gago, tres con Mariano Herrón y siete con Miguel Ángel Russo. Pero para llegar a esta situación hubo un desgaste paulatino de la relación entre los jugadores que llegó su punto más alto en el Ducó con la reacción de Miguel Merentiel y la bronca por el cambio que generó polémica.

El plantel de Boca está dividido y hay una interna que todos los días se alimenta en el silencio y el ostracismo del predio de Ezeiza. Los futbolistas se refugian bajo la figura del presidente-ídolo, Juan Román Riquelme, que por estas horas se convirtió en un pararrayos mediático y blanco de todas las críticas e insultos ante el caos reinante. El máximo responsable del fútbol profesional de Boca ya hizo -puertas adentro- su autocrítica y evalúa cuáles son las medidas a tomar: se habla de la contratación de un mánager y que el Consejo de Fútbol asuma otro rol.

Marcos Rojo, en la Universidad de Barry. (Fernando De la Orden)Marcos Rojo, en la Universidad de Barry. (Fernando De la Orden)
¿Y los jugadores? Qué grado de responsabilidad tienen los futbolistas de Boca es algo que todavía no se conoce. Pero lo cierto es que Riquelme y su Consejo ya no juegan, y en BocaPredio consideran que la plantilla que se armó es de las mejores del país. ¿Entonces qué pasa?

Hay malestar entre los jugadores, principalmente por la situación que atraviesa Marcos Rojo. El capitán del equipo, colgado desde la llegada de Russo, es una figura demasiado fuerte para sus compañeros en el vestuario. El subcampeón del mundo llegó libre de Manchester United en 2021, contratado por la actual dirigencia. Rápidamente portó la cinta y fue la voz del vestuario frente al Consejo. Pero la relación se deshilachó y ahora Rojo quedó flotando hasta que venza su contrato, a fin de este año.

Sus compañeros -muchos, pero no todos- le son fieles y consideran injusta la situación que atraviesa el zurdo zaguero. Esa bronca se traslada al campo de juego y por eso no hay respuestas futbolísticas. No hay movimientos, no hay entrega, no hay iniciativa, no hay rebeldía. El nivel de los jugadores es lamentable.

Todo comenzó tras el Superclásico del semestre pasado en el Monumental, cuando Rojo realizó declaraciones que a los hinchas no les gustaron. Estuvo en los playoffs ante Lanús (incluso pateó un penal) y después faltó ante Independiente (fue al banco, pero no jugó) en la eliminación. Primero se adujo que había atravesado un cuadro febril, pero después se supo que en realidad Rojo, en un asado al que asistieron muchos jugadores del plantel, había despotricado contra el Consejo por los premios para el Mundial de Clubes. "Alguien" que participó de esa cena le hizo llegar al presidente estos comentarios y por eso el defensor no jugó. Consideran que los traicionó cuando el Consejo lo bancó tras las dos lesiones graves que sufrió el jugador en el club.

Cavani lleva la cinta, pero en el plantel no lo consideran un capitán genuino. (AP)Cavani lleva la cinta, pero en el plantel no lo consideran un capitán genuino. (AP)
Pero como Riquelme es "jugadorista" prefirió no rescindirle el contrato -como a otros seis jugadores-, algo parecido a lo que se decidió con Sergio Romero, que también explotó tras un Superclásico (se quiso pelear con un plateista) y sigue en el club aunque sin chances de jugar. Ambos futbolistas tienen un peso específico en el vestuario. Y hay quienes deslizan: "Nosotros nos jugamos por el capitán y no por otros".

Ese "otros" sería Edinson Cavani. El uruguayo es una figura mundial y fue la cara de Boca en el Mundial de Clubes, aunque apenas pudo jugar algo más de 45 minutos ante Auckland City. Su cara, con la camiseta de Boca, estaba en los buses de la organización con una conocida marca de cerveza que también auspicia a Lionel Messi como sponsor. Cavani a Boca hoy le genera ingresos afuera de la cancha, a pesar que adentro no muestre su mejor nivel. Y aunque es un jugador solidario, no tiene el liderazgo que sí mantiene Rojo.

Entonces, hay un nutrido grupo de jugadores que se encolumna detrás de Marcos Rojo, a quien Russo descartó en el Mundial de Clubes y hasta habría tenido un entredicho en la práctica posterior a la derrota con Bayern Múnich en la Universidad de Barry cuando el jugador decidió unilateralmente trabajar en el gimnasio y no en el campo junto al resto de sus compañeros. Y hay otros jugadores que son acusados por los primeros de "buchones" por filtrarle al Consejo las palabras de Rojo y a la prensa las internas del plantel.

Paredes llegó para ordenar el vestuario. EFE/ Matías Martín CampayaParedes llegó para ordenar el vestuario. EFE/ Matías Martín Campaya
En este contexto arribó al plantel Leandro Paredes, que todavía no cumplió un mes desde su regreso tras 11 años en Europa y apenas jugó dos partidos y medio: el empate ante Unión y las derrotas con Atlético Tucumán y Huracán. El volante central pasará a portar la cinta de capitán en poco tiempo (ahora la lleva Cavani). Pero para que el campeón del mundo se haga dueño del vestuario necesita ser el único cacique de la tribu.

Martes, 29 de julio de 2025