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SAN LUIS DEL PALMAR ESTÁ DE FIESTA
Chamamé, una trenza de chicharrón y un fuerte sapucay
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Lunes, 7 de enero de 2013

El viernes comenzó la quinta edición de la Fiesta del Chicharrón. El tradicional encuentro amalgama la música y la danza tradicional con comidas típicas del taraguí. Anoche, el clima amenazaba la realización de la segunda luna.


Autor: Textos: Gustavo Gamboa Fotografías: David Machado Enviados Especiales En el horizonte, los rayos iluminaban el cielo. El pronóstico presagiaba que la noche del viernes y la madrugada del sábado estarían pasadas por agua. Sin embargo, los acordes de chamamé se hicieron sentir, los primeros sapucay comenzaron a vibrar y los nubarrones se contagiaron del fervor popular. Sin más preámbulo que la tradicional música correntina y ese grito sagrado que nace desde lo profundo del pecho, comenzó la quinta edición del Festival del Chicharrón, un encuentro que ya se convirtió en un clásico de la primera semana de enero en San Luis del Palmar.

El pintoresco poblado, a la vera de la Ruta 5 y a una treintena de kilómetros de Capital, abre sus puertas para los cientos de turistas que por estos días llegan a suelo correntino. El Festival, una curiosa apuesta folclórica que fusiona el baile y la danza autóctona con sabrosas comidas típicas, cada día se arraiga más en el acervo provincial. Sin embargo, y vaya curiosidad, más de la mitad de los concurrentes al encuentro popular no eran oriundos del poblado.

Sobre el verde césped del Estadio Polideportivo Municipal Mbaya Soto (nombrado así en homenaje a un gran jugador de fútbol de la zona) se distribuyen cientos de mesas con miles de sillas. Así, las familias o los grupos de amigos pueden compartir el espectáculo chamamecero mientras completan el otro rito del Festival: comer los trenzados de chicharrón o algún embutido autóctono y, por que no, acompañarlo con algún vinito.

De repente, un chamamé “maceta” se deja escuchar. Decenas de parejas ganan rápidamente el centro de la cancha, justo frente al escenario, y la música se transforma en baile. Un gaucho con su tradicional vestimenta zapatea mientras la dama flamea su pollera. Metros más allá un joven citadino, pero calzado con alpargatas, muestras sus dotes con un “agachado”.

“Parece que San Luis es el Cosquín de Corrientes”, se anima a comparar Alfredo Monzón desde el escenario. Los compases del grupo que lidera anuncian que el baile continuará y más parejas se suman a la pista que nunca fue demarcada.

La efervescencia de pronto se sosiega. Es el turno de Salvador Miqueri, una leyenda viviente de un chamamé más sentido, más romántico. Junto a su grupo Trébol de Ases dejan en el aire suaves y armoniosas melodías que invitan al deleite auditivo.

Si bien Miqueri expuso en el escenario sanluiseño un repaso por una gran y rica historia de música popular correntina, la modernidad y la tecnología también hacen mella en su expresión artística. Es que un bajo electrónico acompasa las melodías y le da otra impronta al tradicionalismo.

Es el turno del Pai Julián Zini y su grupo Neike Chamigo. Sus ricas poesías se confunden con acordes armoniosos y entre tema y tema deja una enseñanza de vida.

En un instante de su actuación, el paiubrero pidió perdón a los sanluiseños. “Todos sabemos de la fe de este pueblo. Y deseo expresar la necesidad de acompañarlos en su devoción popular.

Por eso estamos acondicionando una carreta con calefacción para peregrinar hasta los pies de María de Itatí”, comentó en relación a la gran muestra de fe que expresa el poblado en el mes de julio.

Tras el pai recitador, “Bocha” Sheridan continúa con el tranquilo ritmo que dejó Julián Zini en el escenario. Una curiosidad: llegó desde Puerto Tirol, una localidad muy cercana a Resistencia – capital de Chaco -; donde llovía copiosamente. Pero en San Luis del Palmar, las estrellas escuchaban chamamé.

“La gente nos pedía una gran bailanta”

“Esta quinta edición (del Festival Provincial del Chicharrón) es el logro de mucho esfuerzo”, comentó el intendente de San Luis del Palmar, Vicente Romero.

El jefe comunal recordó las dificultades que debieron sortear desde el inicio del evento que fusiona la música y danza tradicional correntina con las comidas autóctonas del taraguí. Dijo que esa vez “vino poca gente. Pero fuimos mejorando, creciendo y hoy logramos una concurrencia extraordinaria”, apuntó. Luego agregó que pretenden que quienes concurren al evento “se sientan cómodos para que regresen el próximo año”.
“El marco en el que se observa el espectáculo le da un matiz diferente al resto de los festivales. Es que los asistentes se sientan alrededor de una mesa, comparten con amigos y disfrutan de un chicharrón”, analizó.

Respecto a la tercera luna – que se concretaría esta noche – dijo que se tratará “de una gran bailanta”. El Intendente dijo que hay 22 conjuntos que confirmados.

“Este año agregamos una noche más por la demanda. La gente se nos acercaba y nos decía que querían bailar chamamé. Lo que vienen de lejos quieren sacarle el jugo al Festival. Por eso habrá una gran bailanta que terminará el lunes (por mañana) a las 6”, comentó Romero.

Apostillas de la primera noche chamamecera

No fueron pocos los asistentes al Festival Provincial del Chicharrón que se quejaron de las mordeduras de las hormigas.

Al parecer, en la cancha del complejo polideportivo municipal, decenas de hormigueros fueron pisoteados por los asistentes al Festival. Por ello, los insectos se cobraron revancha de los humanos que destruyeron sus hogares y mordieron a los chamameceros.

La bandejita de comidas que incluía chicharrón cortado, un par de empanadas, limón y rodajas de pan tenía un valor -en la primera noche del Festival- de $30. Si el asistente al evento quería comprar una trenza completa debía desembolsillar unos $50.

Más de precios. La entrada en la primera noche fue de $30. La cerveza y las gaseosas se servían en vasos plásticos de casi un litro. La primera costaba $20 y la segunda 15.

En las cantinas se podían comprar, además, vinos de distintas variedades y hasta champagne.

Pero los asistentes al evento no debían moverse de sus sillas. Una veintena de mozos atendían a los concurrentes.


Lunes, 7 de enero de 2013

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