El delantero del Barcelona ha marcado 73 goles durante este año por lo que está a dos conquistas de la marca conseguida por el astro brasileño en 1959.
La historia no siempre se escribe en escenarios refulgentes, y ése fue el caso del argentino Lionel Messi y su gol número 300.
A Messi le gusta jugar al fútbol. Siempre. Buscar el gol cuándo, cómo y dónde sea. Así fue que en una helada noche de sábado en los suburbios deprimidos de Madrid el argentino brilló en un contexto bastante inusual.
En vez de los 98.000 espectadores que suelen acompañarlo en el imponente Camp Nou, había apenas 12.000 en el modesto estadio del Rayo Vallecano.
Y en vez de pantallas gigantes y palcos colmados de políticos y famosos, el gol número 300 tuvo como principal testigo a una señora vistiendo un pantalón deportivo rosa ("chándal", dirían los españoles) que desde el balcón de su casa, un tercer piso de un edificio sin pretensiones, goza de una vista privilegiada sobre una de las cabeceras del estadio del Rayo.
Messi recibió el pase atrás de Martín Montoya, definió con potencia y colocación, el puñado de hinchas del Barcelona gritó y la señora volvió a entrar a su casa, quizás para ver si todo seguía bien en la cocina. Un rato más tarde, volvió a salir al balcón más codiciado de Vallecas, un barrio obrero al sureste de Madrid.
Unos metros más abajo, el mismo edificio ofrece una tienda de hidroponia especialmente valorada por aquellos que cultivan marihuana en su casa.
Y un centenar de metros más allá, el estadio limitado por la calle Payaso Fofó, homenaje a alguien que marcó a muchos niños españoles y de otros países.
En ese contexto Messi marcó sus goles 300 y 301, hazaña para un jugador de 25 años: 270 tantos con el Barcelona (182 en liga, 53 en Liga de Campeones, 20 en Copa del Rey y 15 entre Supercopas y Mundiales de Clubes) y 31 con la selección argentina.
Con los 73 goles que anotó en lo que va de 2012 está a sólo dos de los 75 marcados por el brasileño Pelé en la temporada 1959 y a 12 de los 85 del alemán Gerd Müller en 1975. El sábado, en el Camp Nou, tiene una inmejorable oportunidad para igualar o superar a un Pelé cada vez más consciente de que el argentino es un rival incluso potencialmente más temible que Diego Maradona en esas complejas luchas por un lugar en la historia.
"Es una broma entre ídolos", dijo el brasileño en el libro "Misterio Messi", de reciente aparición, cuando se le recordaron sus palabras sobre el astro del Barcelona: "Cuando haga 1.283 goles y gane tres Mundiales, entonces hablamos".
Messi volvió a dar muestras en la madrugada de hoy, domingo, de que poco le importa entrar en polémicas: "Lo de menos es superar a Pelé. Lo importante es que se ganó en un campo difícil, complicado".
Máximo goleador de la Liga española 2012/2013 con 13 tantos, el camino del argentino hacia un cuarto Balón de Oro consecutivo parece imparable. Y entre récord y récord, aún tendrá tiempo para convertirse por primera vez en padre. Quizás en los próximos días, en uno de esos momentos en los que no se dedica a meter goles.
Domingo, 28 de octubre de 2012