"Cuando vio por primera vez su reflejo, gritó", relató su dueña. Conocé la historia de Iltzie. Velga Vitola nunca se imaginó que, caminando por el Parque Nacional Ligatne de Letonia, donde actualmente vive, iba a encontrar dos crías de oso huérfanas.
Vitola se llevó a los cachorros y los alimentó. A los pocos días uno de ellos murió, pero Ilzite sobrevivió hasta hoy.
La osa es considerada como un hijo más. “He criado a tres hijos: un nene, una nena, y un oso”, dijo al Daily Mail Vitola.
De acuerdo a lo relatado por la mujer, la osa es tan cariñosa como cualquier perro. "Le encanta darnos besos y nosotros amamos hacerlo con ella”, señaló.
Pero eso no es todo. Vitola confesó que sospecha que su amada Ilzite creció creyendo que es un ser humano y no un oso.
"Una vez que vio su reflejo en la ventana. Sonó como un trueno. Gruñó en una voz muy alta porque ella creo que pensó que se parecía a mí", relató. Y, por supuesto, no se parecen en nada.
Viernes, 14 de septiembre de 2012