El fiscal general desdramatizó las supuestas amenazas al presidente de la Cámara baja. “Se lo dije a un amigo, no al diputado”, dijo, admitiendo haberse excedido. Negó agravios a los legisladores que integran el Jurado de Enjuiciamiento, y consideró que una discusión personal se tomó de forma institucional.




El fiscal general César Sotelo salió ayer a responder las graves acusaciones vertidas por varios legisladores provinciales durante la última sesión de Diputados.
En relación a las supuestas amenazas al presidente del cuerpo, Pedro Cassani aseguró que se trató de “una discusión personal que se tomó de forma institucional”.
Este escándalo político se desató a partir de tres hechos concretos. En primer lugar, por la decisión tomada la semana pasada por el Jurado de Enjuiciamiento de apartar al fiscal general de la causa que se le sigue al juez de Santo Tomé, Humberto Camilo De Biase Echevarría.
Sin embargo, el miércoles sorpresivamente dieron marcha atrás a su resolución inicial y el fiscal volvió al Jury.
En el medio, el sábado 1 de septiembre existió un fuerte cruce entre el jefe de fiscales y el titular de la Cámara de Diputados, Pedro Cassani, que derivó el miércoles a la noche en un contundente pronunciamiento por parte del cuerpo legislativo que habló de “gravedad institucional” en virtud de las supuestas denuncias y aprietes que sufrió el presidente y al resto de los legislativos provinciales.
Consultado al respecto, el doctor César Sotelo dialogó con medios radiales y reconoció haberse “excedido” en sus dichos contra Pedro Cassani, aunque aclaró que “se lo dije a un amigo, no al presidente de la Cámara de Diputados”, sostuvo, además de agregar que “fue una discusión personal donde nos despojamos de los cargos”.
También apuntó contra los diputados al señalar que se trató de un ataque. “Me banco porque tengo la conciencia limpia en todo sentido y si quieren hacer una movida política, que la hagan”, aseveró.
En referencia a lo dicho a Cassani, Sotelo reflejó que “si debo pedirle perdón lo haré, pero personalmente, con un café”, afirmó.
“Fueron excesos de una conversación; fue un mal momento que se soluciona entre nosotros. Creo que las diferencias tuvieron que dirimirse entre esas dos personas. Y si hubo un tono amenazante o no, tiene que decirlo él -por Cassani- porque las amenazas son subjetivas y personales. Una tercera persona no puede determinar si alguien amenaza o no”, reveló.

Negó agravios
El fiscal general admitió la discusión con Pedro Cassani, y negó las amenazas a los diputados Nora Nazar y Jorge Quintana.
“Jamás me referí de forma agraviante a ella -por Nazar- o contra su marido, tenemos una excelente relación; a Tamandaré ni lo conozco, mal no puedo hablar si ni lo conozco”, sostuvo.
Sotelo minimizó de esta manera lo sucedido con el titular del cuerpo legislativo y reiteró en varias oportunidades que se le estaba dando erróneamente una utilización política a una discusión personal.

Viernes, 7 de septiembre de 2012