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TIPS INDISPENSABLES PARA HACER UNA BUENA COMPRA Y NO SENTIRSE ESTAFADO
¿Qué tenés que revisar antes de comprar un auto usado?
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Jueves, 23 de agosto de 2012

Ya sea por falta de efectivo, para alcanzar un modelo más equipado, obtener mejores prestaciones o, sencillamente, por gusto, muchos optan por adquirir un usado antes que un 0 kilómetro. En esos casos, es importante perder algo de tiempo en chequear aspectos básicos que eviten errores a la hora de escoger un vehículo. Si no se cuenta con un mecánico amigo, hay varios tips para comprar con seguridad.



Algo fundamental es, siempre, ver el auto con luz de día. Si el rodado está en un interior mal iluminado –algo común en algunas concesionarias-, es importante que el vendedor saque el rodado a la calle.

El estado de la pintura puede dar pautas de un accidente pasado: más allá de rayones o partes puntuales salteadas –cosas lógicas del uso-, la superficie debe estar perfectamente lisa. Pararse a unos 10 metros del auto es una buena medida para divisar eventuales diferencias de color entre paños (que indican que el rodado fue repintado). El tacto también es buen consejero y permite “sentir” irregularidades imperceptibles a la vista. A su vez, la presencia de huecos diminutos y pintados indica arreglos mal acabados o la presencia de masilla.

La carrocería es un aspecto fundamental del auto y hacer trabajos de chapa y pintura es, muchas veces, más costoso que efectuar reparaciones motrices. Si el metal está picado, conviene descartar el auto y buscar por otro lado: la paciencia es clave para encontrar el coche ideal.

Una revisión útil es pararse de frente, a ambos lados de la trompa, y mirar, con los ojos a la altura del capó, las líneas de los laterales. Luego, hay que repetir la operación desde atrás del vehículo. Eso permitirá ver deformaciones en la estructura.

También es importante prestar atención a si las puertas, el capó y el baúl están encuadrados, y a que las separaciones de los diferentes paños sean parejas. Si la luz de las aberturas varía entre los lados derecho e izquierdo puede deberse a una falla de fábrica o a una reparación. Hay que tener en cuenta que algunos autos no son simétricos (es decir que presentan una variación mínima entre los laterales en las aberturas); para no confundirse, es bueno conocer el modelo que se va a comprar y prestar atención a otros rodados para saber si se repite esa característica.

Desde el piso (o, si es posible, desde una fosa o elevando el vehículo), hay que mirar si los largueros no presentan deformaciones.

En general, la marca del fabricante de las luces (producidas casi siempre por un proveedor externo a las terminales automotrices) se ve desde el exterior o al abrir el capó. Se puede consultar en foros de Internet quién fabrica las ópticas o revisar otros autos del mismo modelo para comparar que se trate de las originales. O si, por ejemplo, en la óptica derecha figura la marca y en la izquierda no, es porque una de ellas fue reemplazada.

Soldaduras

Los autos nuevos se sueldan con máquinas automáticas que hacen el trabajo de manera extremadamente pareja. Si hubo un arreglo que incluya es soldadas, las mismas se notarán en mayor o menor medida. Para saberlo, hay que levantar el capó y ver las juntas de los largueros y los soportes. También hay que observar debajo de la alfombra del baúl y en los guardabarros.

En el caso del piso, chequear que no haya agujeros. En cuanto a los zócalos, revisar que no tengan dobleces, arrugas, ni diferencias en el color de la pintura. Si los tuvieran, es muy posible que el auto haya tenido un choque tan importante que los torció y debieron ser reparados.

Raspones

Un raspón superficial o un rayón no afectan el funcionamiento, ni la vida útil. En ese caso, hay que poner en la balanza el estado del rodado. Eventualmente, puede ser un aspecto para negociar el precio, si es que lo justifica.


El kilometraje también es algo para tener en cuenta. En promedio, un vehículo familiar recorre entre 15 mil y 20 mil kilómetros anuales. Si tiene un uso mucho mayor que lo habitual, es algo para considerar. De todas maneras, muchas veces es más importante el mantenimiento que haya recibido.

Si, por el contrario, el cuentakilómetros indica un uso muy escaso, es para sospechar. Es común que los vendedores (más aún las concesionarias) cambien el estado de los tacómetros (algo que está prohibido y penado). Un consejo es mirar el desgaste de los tapizados, el pomo de la palanca de cambios, el volante y los pedales. Si los últimos tres de esos elementos presentan un deterioro importante o mucho brillo, es síntoma de haber recorrido una gran distancia.

A su vez, si los pedales no son de serie o el volante está forrado en cuero (en modelos que no salen de así fábrica), suele deberse a que los originales se gastaron mucho.

Aceite

Revisar que no haya manchas de aceite debajo del vehículo, tanto a la altura del motor como de los semiejes. También mirar el nivel de aceite, del líquido de freno y del agua del radiador para descartar posibles pérdidas.

El desgaste irregular de las cubiertas es otro inconveniente para evitar. Puede implicar que hayan sido usadas mucho tiempo con una presión de aire incorrecta (lo que evidencia un uso indebido del auto) o, incluso, fallas en la suspensión o una estructura deformada.

Que todo funcione

No tenga vergüenza de probar que cada botón, perilla y palanca operen de manera correcta. Asegúrese que todas las luces anden bien, al igual que la bocina y otros dispositivos. No es normal que algo no funcione, menos en un vehículo en venta. Por ende, puede que una simple bombilla que no prenda sea la evidencia de un inconveniente eléctrico difícil de solucionar.

También ponga el móvil en marcha y circule algunas cuadras. No hace falta ir muy rápido, muchos ruidos y vibraciones se notan más a velocidades bajas y a pocas revoluciones, más aún en calles empedradas. A su vez, sienta la resistencia de la butaca (compruebe que no esté “vencida”), la dirección y cómo entran los cambios. Además, verifique que el motor se encienda al primer intento.

Valor

Un buen precio provoca una sonrisa. No obstante, en el camino del señor nadie regala nada. Por ende, desconfíe de una oferta irresistible y piense si usted vendería un auto bueno a ese valor.

Por último, recuerde que el apuro es el peor enemigo de una buena adquisición.


Jueves, 23 de agosto de 2012

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