Otra vez el cuerpo arbitral fue víctima de la violencia en la competencia de la Liga Correntina de Fútbol. Ayer, el joven Nicolás Rodríguez, aspirante de segundo año de la Escuela de Arbitros, fue agredido por el entrenador de la séptima división de Quilmes una vez finalizado el partido que el “cervecero” perdió ante Libertad B en cancha de Sportivo Corrientes en el marco del certamen Oficial del Infanto Juvenil.
El agresor, David Ramírez Martínez, fue al vestuario de los jueces a recibir los carnets de los chicos de la séptima divisional de Quilmes, niños que no superan los 12 años, y se valió de la intimidad de este espacio para agredir a golpes de puño a un desprevenido árbitro juvenil Rodríguez, aspirante con proyección a futuro de apenas 17 años; todo esto, como consecuencia de un penal que el juez cobró en contra de su equipo y de la poca paciencia y el comportamiento violento de una persona que no debería estar al frente de una plantilla juvenil.
No conforme con las agresiones físicas el entrenador de Quilmes, que debería ser el encargado de dar el ejemplo en la formación de sus pequeños dirigidos, siguió con su errática conducta y amenazó verbalmente al árbitro, en reiteradas oportunidades, antes de ser desalojado del vestuario por quienes se acercaron a socorrer a Nicolás Rodríguez, hijo del ex árbitro liguista Carlos Rodríguez.
Nicolás, junto a Diego Machuca y Nestor Frank, conforma el plantel de aspirantes de segundo año de la Escuela de Arbitros que está facultado para dirigir encuentros del Infanto Juvenil liguista.
El suceso motivó una denuncia contravencional por parte del agredido, la cual fue radicada en la Comisaria Segunda.
Pero no sólo Rodríguez sufrió un suceso de violencia este domingo. En cancha de Libertad el árbitro Ramón Rojas, del partido entre Huracán Corrientes y Mburucuyá, correspondiente a la primera B, fue víctima del intento de agresión del futbolista Lisandro Ríos, tras ser expulsado en el elenco del interior provincial.
Estos sucesos se producen una semana después de un hecho similar que tuvo como víctima al árbitro Nicolás Soto y como agresor al futbolista de Deportivo Empedrado Cristian Alfonzo, lo que motivó la suspensión del cotejo que su equipo empataba 2-2 con Sportivo Corrientes por la divisional B, en cancha de Lipton, y que casi terminó en un paro de los jueces nucleados en el Sadra Seccional Corrientes.
Con la promesa de parte de los directivos liguistas de sanciones ejemplificadoras para los agresores y de multas económicas para los clubes, los jueces resolvieron trabajar con normalidad durante el fin de semana. Pero lo ocurrido ayer abre otro frente de tormenta y muchas incógnitas referidas a un probable paro y lo que sucederá con el referato correntino de aquí en más. Y debería despertar una profunda reflexión acerca del camino sin retorno que pareciera estar tomando nuestro fútbol. Fuente: ellitoral.com
Lunes, 13 de agosto de 2012