Juan De La Fuente y Lucas Calabrese ampliaron la cosecha sobre el agua para el país con su bronce en la Clase 470, en los Juegos Olímpicos de Londres. La primera también fue en la capital inglesa, en 1948.
Juan De La Fuente y Lucas Calabrese se anotaron en la historia grande de la vela argentina tras adjudicarse la medalla de bronce en la Clase 470 de los Juegos Olímpicos de Londres. Pero la cosecha olímpica arrancó mucho antes.
Esta se transformó en la novena medalla en vela en la historia olímpica del país. La primera llegó precisamente en unos Juegos Olímpicos de Londres, los de 1948, y fue una plata en la clase 6 metros. En Italia 1960 se sumó el segundo metal, otra plata, en esta ocasión en la clase Dragón.
Hubo que esperar hasta 1996, en los Juegos de Atlanta, para que la vela argentina volviera a tener un éxito olímpico con medallas, cuando se logró otra plata en la clase Mistral masculino, antecesora de la actual RS:X.
A partir de Atlanta, en todos los siguientes Juegos la vela aportó metales al medallero olímpico y así en Sydney 2000 consiguió hasta tres, una plata otra vez en Mistral masculino, un bronce en la clase Europa y otro bronce en el 470 masculino.
En la ciudad australiana, uno de los que ganó la medalla en el 470 fue Juan de la Fuente, ahora con Calabrese como patrón y entonces con Javier Conte. En los siguientes Juegos, los de Atenas, llegó un nuevo bronce, en esta ocasión en Tornado, clase que repitió el mismo metal en Beijing.
Viernes, 10 de agosto de 2012