Luciano Garbellano, socio de Moria Casán, declaró este lunes en Paraguay ante la fiscal Celeste Campos Ross, en la causa en la que se lo imputa por el robo de unas joyas valuadas en 80 mil dólares.
El empresario aseguró que nunca estuvo en contacto con las joyas, y declaró que supuestamente el denunciante Juan Armando Benítez, propietario de Armando Joyas, le había confesado en una cena que las joyas que utilizaron para el Mega Fashion Show eran réplicas. Además, indicó que vio a Benítez una sola vez.
Al igual que la declaración de Casán y el asistente “Galo” Sotto, Garbellano explicó que el asistente fue quien le sacó el collar a la diva después del show y lo dejó en una caja. “Y ahí quedó la caja. Entró demasiada gente en el camarín. Incluso él (Benítez) retiró el estuche“, afirmó.
El productor discutió la validez de cualquier documento notarial, al no existir firmas de las partes. “No hay ninguna firma de nadie del grupo ni de la producción, está hecho unilateralmente, no bilateralmente, no hay ninguna firma”, señaló.
Igualmente, remarcó que la denuncia fue realizada un día después. “Cuando se le dijo al hombre que vaya a hacer la denuncia, no la hizo”, según el productor.
Acerca del supuesto contacto de Garbellano con las joyas, el argentino reiteró que no trabaja en camarines. “Mi tema no son los camarines, mi tema es la producción de los camarines para afuera”, declaró.
Finalmente, aseguró que no acompañó a Casán durante su declaración y que luego de la misma, prefirió que permanezca en la residencia de la modelo Larissa Riquelme. “Le dije que prefiero que vaya con Larissa, que tiene una familia encantadora, que fue el día anterior a llevarle regalos”, expresó.
Martes, 31 de julio de 2012