Un nene británico de 3 años sufre una malformación genética que le impide transpirar, por lo que sus padres deben mantenerle siempre la temperatura corporal controlada. En caso de no hacerlo de manera correcta y continua, podría fallecer.
Según informa el diario Daily Mail, el pequeño Fred James nació sin glándulas sudoríparas y si su temperatura corporal sube en exceso podría sufrir un ataque con fatales consecuencias. De esta manera, sus padres deben mantener su temperatura fresca mediante el uso de ventiladores, rociadores de agua y bolsas de hielo.
La madre del pequeño, que es cuidadora a tiempo completo de Fred, dijo: "Hacemos todo lo posible para que no tenga calor, por lo que tiene que estar controlado todo el tiempo”. Además, explicó “cuando le sube la temperatura le dan convulsiones y es horrible”.
Sarah asegura que ella sabía que algo no iba bien desde el mismo momento en que Fred nació. El pequeño tuvo que ser reanimado porque tenía problemas respiratorios y estuvo en cuidados intensivos los cuatro primeros días de su vida.
Cuando Fred tenía diez meses de edad sufrió su primera crisis. A partir de ahí comenzó una periplo por médicos y especialistas hasta que consiguieron encontrar el diagnóstico. Ahora, Sarah y Jon, padres de Fred, saben distinguir las señales de que el pequeño está sufriendo un calentamiento, lo que les permite reaccionar rápidamente, publica Telecinco.es.
Martes, 31 de julio de 2012