La relación del entrenador con el plantel ya está desgastada. Luego de aquel quiebre en el vestuario del Zamora en Venezuela, varios referentes terminaron de soltarle la mano para alistarse detrás de Juan Román Riquelme.
Por tal motivo, y sintiéndose cada vez más solo y sin respaldo dirigencial, el "Emperador" ya se habría fijado una fecha de salida. Y si logra sumar la séptima estrella de Libertadores se irá por la "puerta grande".
El arribo de Julio César Falcioni a Boca, ya de por sí se produjo en medio de un clima atípico. Es que el “Xeneize”, que contaba con Juan Román Riquelme en su plantel -acababa de firmar contrato por tres años-, traía a un entrenador que se destacaba por su solidez defensiva y que tenía como esquema predilecto el 4-4-2, es decir prefería jugar sin enganche. Pese a esto y a que en el verano pudo utilizar su dibujo por tener lesionado al “10”, en su debut oficial en el torneo local pesó más el liderazgo de Román y lo incluyó en el once inicial. ¿El resultado? Durísima derrota por 4 a 1 ante Godoy Cruz en la “Bombonera”. Pero luego Román sufrió un esguince y el técnico pudo volver a su 4-4-2, que le dio un triunfo.
Fue entonces que comenzarían los roces con el referente del equipo. Es que en la tercera fecha ante All Boys, el “Emperador” dejó fuera de los concentrados a Román y se justificó: “Este equipo que paré en la cancha es el que mejor respondió siempre. No hablé con él (por Riquelme) porque no soy de dar explicaciones”. Y aunque en esa oportunidad el enganche se limitó a responder que aún no estando de acuerdo con su decisión debía responder como profesional que es, casi un año después sentenció: “Hace ocho meses, Falcioni me hizo correr como un boludo y yo no dije nada”.
Viernes, 29 de junio de 2012