Casi 24 horas después del hecho, no se tomó ninguna medida de prevención en la esquina. La niña herida permanece internada. El lunes, en horas de la tarde, ocurrió un siniestro que pudo haber sido evitado, como también podría haber sido fatal.



Una unidad de la línea de transporte urbano de pasajeros 108, que realiza el servicio barrio Quintana-centro, enganchó parte de la marquesina de un local comercial ubicado en la esquina de las calles Salta y Junín.
Comentaron los ocasionales testigos, que el chofer del colectivo no se percató de lo sucedido y, que cuando retomó la marcha, “se llevó puesto” el cartel que después cayó sobre una niña, de 10 años, que pasaba por el lugar.
Pero lo más lamentable es que comerciantes y vecinos de la zona, habrían alertado en numerosas ocasiones a las autoridades municipales sobre los peligros en esa esquina, por la cantidad de colectivos que transitan por allí.
“Casi todos los días veíamos que ese cartel se venía salvando por el escaso espacio que a veces tienen los colectivos para maniobrar. Además de que son muchos los que pasan por acá”, dijo Norma a La República, una vecina que vive en las inmediaciones.
La mujer comentó que al parecer el propietario del comercio que se quedó sin marquesina y vidriera hasta ayer a la tarde, había solicitado algún tipo de seguridad para prevenir esta situación. “Los coches son muy grandes y tienen mucha dificultad para maniobrar en el mínimo espacio. A eso le tenemos que sumar la escasa paciencia que tienen quienes están detrás de un volante”, señaló Carlos, quien trabaja en la línea 103.
No obstante, la cuestión de fondo es que una vez más, cuando de seguridad se trata, las autoridades competentes miraron para el costado e hicieron oídos sordos.
Lo bueno es que en esta oportunidad la víctima del hecho no sufrió heridas de gravedad y permanece internada en observación en el Hospital Pediátrico “Juan Pablo II”. Solo resta esperar no tener que lamentar consecuencias mayores, más aún cuando la tragedia del derrumbe del edificio ubicado por San Martín al 600, está muy presente en la memoria de los ciudadanos y ¿de los funcionarios? ¿Será posible o también es una utopía opacada por los intereses?

Miércoles, 30 de mayo de 2012