No es la primera vez que se inunda, con la lluvia anterior ya pasó lo mismo. A medida que van sucediendo estos hechos, se van arreglando partes de la casa.


Todas las habitaciones tienen alrededor de un centímetro de agua sobre el nivel del piso, otra esta sin techo. “Esto no sólo es un daño material, sino también psicológico”, exclamó desesperada la vecina. Columna del baño de la planta baja
Habitación dónde cayeron los 3 obreros
Debido a la lluvia y los fuertes vientos que están azotando la capital correntina, la casa lindante al edificio que el pasado 22 de marzo se derrumbó, hoy se encuentra inundada. No hay una sola habitación del inmueble dónde no haya agua. Los propietarios están desesperados por la situación.

Cabe aclarar que no es la primera vez que sucede pues con las lluvias que cayeron en la ciudad hace unos días, la casa sufrió inundaciones como ésta, donde el agua llegó por lo menos un centímetro sobre el nivel del piso. “A medida que va entrando el agua a la casa y vemos donde está el desperfecto, vamos arreglando”, explicó Enrique Zarabozo, propietario de la casa que se encuentra al lado del edificio de la tragedia.



Todavía quedaron las secuelas del derrumbe en la habitación de la pareja de ancianos que dormían ahí, y aún esa parte de la casa no tiene techo. “Acá se cayeron tres obreros, aparte del daño material que causó el derrumbe mis ex suegros no pueden volver a dormir en este lugar”, contó acongojada Yeny Szotkovsky.

En la planta baja de la vivienda se encuentran unas oficinas y el quincho de la casa, allí se puede notar nítidamente como una de las paredes quedaron totalmente rajadas por el derrumbe. “Si no fuera por la columna del baño que está acá, la casa se venía abajo”, exclamó la mujer.

Los daños materiales son varios, habitaciones inundadas, una de ellas sin techo, secuelas del derrumbe en la misma. “En el edificio quedaron todavía cosas sueltas como ser pedazos de madera, cables, membrana, con este viento cualquier cosa cae de nuevo sobre la casa”, contó la mujer en un estado de desesperación constante.

Viernes, 20 de abril de 2012