Arle Guerra de Campo y Bruno Solís ganaron fama en 2010 por una fuga a tiros del Servicio Penitenciario de Corrientes y por un asalto a un banco chaqueño. Cayeron en Brasil, pero nunca los extraditaron. Uno de ellos participó de un atraco reciente en nuestra capital.
A pesar de enormes deudas con la Justicia, por múltiples delitos graves, dos hombres considerados como “pesos pesados” en el mundo del hampa habrían recuperado la libertad tras un fallido proceso de extradición desde la República de Brasil donde estuvieron detenidos durante muy poco tiempo tras escapar de las Policías de Corrientes y Chaco.
Arle Roselvete Guerra de Campo (38) y Bruno Ezequiel Solís (36), involucrados en violentos asaltos a mano armada y una fuga a tiros del Servicio Penitenciario correntino, además del atraco tipo comando a un banco chaqueño, “están libres”. Así lo revelaron fuentes extraoficiales.
El apellido Solís volvió a revolotear entre las filas de la Policía correntina desde pocos días después de un asalto a punta de pistola a una firma constructora, registrado este año. Cuando todos lo suponían en prisión llegó la noticia de que otra vez evitó la cárcel.
El 7 de marzo dos “motochorros” robaron 60 mil pesos al capataz de una empresa constructora en el barrio Mercedita Collantes de la capital correntina. Uno de ellos, disfrazado como obrero, amenazó al representante de la empresa “Tresa SRL” y le sacó el dinero cuando llegaba a pagar a verdaderos operarios.
Investigaciones posteriores derivaron en una sospecha impensada hasta para la Policía. El principal autor del atraco habría sido nada más y nada menos que Bruno Solís.
Guerra de Campo huyó del Servicio Penitenciario de Corrientes el 27 de julio de 2010 en el momento que salía de un consultorio odontológico de avenida Armenia casi J. R. Fernández. El extranjero estaba detenido por un asalto al estilo “piratas del asfalto” ocurrido en abril de 2006 en Paso de los Libres y que tuvo como víctimas a los empleados de una casa de cambios. En aquella ocasión dos de sus víctimas resultaron heridas a balazos.
Para concretar su fuga, Guerra de Campo contó con la ayuda de Solís, un correntino al que conoció en la Unidad Penal 6 de San Cayetano y que recuperó la libertad semanas antes.
El día de la evasión, tres motociclistas, uno de ellos Bruno, dispararon contra los custodios del “brasileño”. Un agente penitenciario resultó herido en un tobillo.
Tras el escape, los fugitivos se habrían escondido en una casa del barrio San Jerónimo, donde planificaron el asalto a la entidad bancaria de la localidad de Barranqueras. El golpe sucedió un par de semanas después, el 11 de agosto, cuando junto a malvivientes chaqueños sustrajeron cerca de medio millón de pesos.
De ahí en más comenzó un extenso juego del gato y el ratón. Los prófugos primero estuvieron refugiados en un barrio de Resistencia, después huyeron hacia el interior chaqueño, cruzaron a la provincia de Formosa, regresaron a Corrientes y finalmente salieron hacia Brasil, según datos arrojados de una investigación en conjunto de las Policías de Corrientes y Chaco.
Llamadas telefónicas a distintos destinatarios que estaban bajo la lupa de los investigadores, como personas con presunta relación a los buscados, permitieron dirigir las miradas hacia Uruguaiana, la ciudad brasileña limítrofe con Paso de los Libres.
A decir de fuentes policiales, Guerra de Campo sentía una gran impunidad a su alrededor porque los allanamientos del jueves 7 de octubre de aquel año, fecha en que lo atraparon junto a Bruno, fueron realizados en una casa que figura como de su propiedad. “Es raro porque si hay un pedido de captura sobre tu persona lo más lógico es que vayan a buscarte a tu casa”, señaló a época un efectivo que participó de la pesquisa.
La información lograda por la Policía indicó entonces que Guerra de Campo y Solís tenían en mente asaltar un supermercado en territorio correntino, precisamente en Libres. “Guerra de Campo es conocido en Uruguaiana, por eso no delinque en su país. Tenía la modalidad de cruzar la frontera, robar en Argentina y escapar hacia allá”, explicó la fuente policial.
El brasileño nunca llegó a juicio. Permaneció detenido en la Unidad Penal 6. Ahí conoció a Solís y luego planificaron la fuga y el robo al banco chaqueño.
Lunes, 16 de abril de 2012