Sobre San Martín al 600 se improvisó un altar y se realizó una celebración religiosa, de la cual participaron familiares y amigos de las víctimas.


Se encendieron velas y se exigió justicia. Posteriormente se trasladaron hasta la Comisaría Primera, donde se encuentran alojados los imputados por la causa.
Esta siesta, a la misma hora de la tragedia, familiares y amigos de los obreros fallecidos, se dieron cita frente al edificio en construcción de San Martín 652, escenario del derrumbe fatídico ocurrido una semana atrás.

Pancartas con el rostro de las víctimas, pasacalles y remeras exigiendo justicia poblaron la calle San Martín que permaneció cortada al tránsito vehicular mientras duró el homenaje. El padre Ramón Billordo, párroco de la Iglesia Cruz de los Milagros, ofició una celebración religiosa por las víctimas y sus familiares.

El sacerdote expresó en su homilía que “estas experiencias dolorosas marcan profundamente y como humanos necesitamos toda una etapa para recuperarnos, con la ayuda de las personas que amamos e incluso de personas que no conocemos” y recordó la solidaridad suscitada a partir de la tragedia.

El cura añadió “necesitamos reafirmar nuestra fe y rezamos por las almas de nuestros hermanos trabajadores”, en tanto exhortó en su mensaje “queremos pedir justicia y que cada uno vaya asumiendo las responsabilidad y pidamos al espíritu de Dios luz y sabiduría”

Por último Billordo expresó su deseo que la tragedia, “sirva para cuidar más la dignidad del trabajador y pensar a futuro la enseñanza que nos deja este suceso doloroso” expresó.

Un familiar, en representación de cada obrero fallecido, se acercó al altar improvisado sobre la vereda, y encendió una vela, algunos luego decidieron pasar las cintas de prohibición e ingresar al edificio en construcción para rendir un homenaje a las víctimas. La policía comprendiendo la situación acompañó el momento y respetó la decisión.

Concluida la ceremonia, un grupo de amigos de las víctimas se trasladaron en motos y bicicletas hasta la Comisaría Primera donde permanecen alojados tres de los cuatro imputados en la causa judicial: Marcelo y William Mayer, y Walter Bruquetas.

EL DOLOR DE UN HERMANO
Leonardo, es uno de los tres hermanos de Enrique Sosa, obrero fallecido en el derrumbe, en diálogo con diarioepoca.com expresó su dolor al cumplirse una semana de la tragedia. “El reclamo es que se haga justicia que caigan los culpables, no vamos a parar” afirmó.

El joven recordó que su hermano hace cuatro años trabajaba en la construcción “nosotros somos una familia muy unida, siempre estábamos juntos” recordó Leonardo.

Por otra parte aseguró que “nadie se comunicó con nosotros para decirnos que va pasar con el hijo de dos años de mi hermano” en estos siete días desde que ocurrió el derrumbe.

Viernes, 30 de marzo de 2012