Lo chocó un automóvil que, a su vez, circulaba a mayor velocidad de la permitida. El vehículo más pequeño fue arrastrado 40 metros y el rodado más grande pudo ser frenado recién a una cuadra.
Ocurrió ayer a la mañana en la esquina de Independencia y Güemes.
Un joven motociclista murió trágicamente ayer al ser atropellado por un automóvil en una avenida de la capital de Corrientes que pretendió atravesar con el semáforo en rojo, según la versión de testigos.
La fatalidad se produjo a las 10:30, en la esquina de Independencia y calle General Güemes, en jurisdicción del barrio Villa Celia.
De acuerdo a fuentes policiales, la persona fallecida fue identificada como Ariel Ignacio Lugo, de 20 años, domiciliado en el barrio Colombia Granaderos.
Lugo circulaba en una Honda Wave 110 negra de Norte a Sur por Güemes y el auto que lo embistió, un Chevrolet Corsa gris, lo hacía por la banda lateral Norte de Independencia, en el sentido de la rotonda Virgen de Itatí hacia el centro de la ciudad.
Varias personas, vecinos de la zona, dialogaron con época y coincidieron en señalar que el muchacho “se mandó en rojo sin mirar al costado”. Esta teoría también fue ratificada a este diario por el conductor de una camioneta, quien estaba a la espera de la luz verde cuando “la moto pasó” a su lado “y subió a la avenida”, donde “justo venía ese auto bastante rápido”.
El Corsa, con el parabrisas destrozado al igual que buena parte del parachoques y capó, quedó estacionado a una cuadra después de haber arrastrado y despedazado a la moto a lo largo de 40 metros.
El auto era manejado por un hombre de 26 años, quien un rato más tarde debió ser llevado por la Policía a la comisaría Quinta en medio de insultos de amigos y familiares de Lugo.
Dada la violencia del impacto el motociclista perdió la vida a los pocos segundos, sobre el carril central, a causa de politraumatismos de cráneo y fracturas múltiples. Al parecer no llevaba casco protector.
Un matrimonio de médicos que casualmente pasaba por el escenario de la tragedia se acercó con el fin de ayudar al joven, aunque lamentablemente sólo constataron su muerte.
Efectivos en un patrullero con detenidos esposados, que también circulaba por la avenida, fueron los primeros en bajar a colaborar en el desvío vehicular.
Autoridades de la comisaría Quinta trabajaron junto a personal de la Dirección de Pericias Científicas y el médico forense.
El cuerpo de la víctima fue llevado a la morgue judicial en una unidad de Bomberos Voluntarios, mientras varios agentes de tránsito municipal trataban de poner un poco de orden ante el caos generado por el corte parcial en dos carriles de la avenida.
Precisamente un inspector recordó que la velocidad máxima permitida en el carril central es de 60 kilómetros por hora y en los laterales de 40, algo que el automovilista no habría respetado.
“Hay semáforos pero lo que pasa es que nadie respeta nada; andan a la velocidad que quieren. Nosotros para pasar de un lado de la avenida al otro tenemos que andar con el corazón en la boca”, dijo una vecina, visiblemente angustiada por lo sucedido.
En este caso todo indica que se trató de una mezcla de negligencia.
Colisión
La colisión entre dos motocicletas causó heridas en las personas que las conducían, quienes finalizaron hospitalizados en estado grave, informó ayer la Policía.
El choque ocurrió el sábado a la tarde, alrededor de las 19, en la intersección de las calles 24 de Agosto y Rafael Obligado, en el barrio Itatí.
Los vehículos protagonistas fueron una Zanella 50, conducida por un hombre de apellido Giménez, y una Guerrero Trip 110, guiada por un hombre de apellido Rey.
Ambos motoristas ingresaron al Hospital Escuela y seguían internados.
Lunes, 5 de marzo de 2012