Los alumnos de distintas ciudades de España se concentraron pacíficamente en sus respectivos edificios de alta enseñanza como medida de protesta contra la privatización de la educación universitaria y en repudio a la represión sufrida en los últimos días por parte del personal policial.
Los estudiantes universitarios de Barcelona mantuvieron este jueves por segundo día consecutivo su pulseada con las autoridades, atrincherados en las principales facultades como señal de protesta por los recortes en materia de educación y la represión sufrida a manos de la policía.
Las protestas estudiantiles, que tienen lugar en varias ciudades españolas, con asambleas y ocupación de facultades en Barcelona, Madrid y Valencia, se enmarcan en una escalada del conflicto social contra las políticas de ajuste de los gobiernos regionales y central del derechista Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy.
Los sindicatos mayoritarios, Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), que aún no pusieron fecha para una huelga general, se podrían sumar a la cita ya anunciada por las centrales obreras nacionalistas y los estudiantes universitarios que planean esa medida de fuerza para el 29 de marzo.
Antes hay convocadas otras movilizaciones sindicales para el 11 de marzo contra las políticas de ajuste y la reforma laboral aprobada el mes pasado por el gobierno de Rajoy, que abarata y facilita el despido, mientras los estudiantes siguen con sus propias acciones.
En la capital catalana, cientos de estudiantes se encuentran concentrados desde ayer en el interior del edificio histórico de la Universidad de Barcelona (UB), donde funciona el rectorado, bajo la amenaza de las autoridades que ordenaron a la policía desalojarlos.
De producirse la intervención, la imagen de la policía entrando a la facultad recordará a la peor época de la dictadura franquista, aunque no es inédita en los últimos años de democracia.
Los universitarios pasaron la noche en el centro universitario, ubicado en pleno centro de Barcelona, después de una jornada violenta en la que la policía reprimió con bastones y balas de gomas a los estudiantes, con el saldo de 12 detenidos, en su mayoría ya liberados, y decenas de heridos.
La intervención policial fue justificada hoy por el responsable del departamento de Interior del gobierno regional catalán, Felip Puig, quien aseguró que detrás de los incidentes había “profesionales de la violencia” que se infiltraron entre los manifestantes.
“La ocupación es pacífica, estamos protestando por una universidad pública de calidad y contra un modelo de privatización de la educación”, aseguró el estudiante Martí Grimber, que no oficia de portavoz sino que participa de la lucha, como muchos otros.
El vicerrector de la UB, Carles Carreras, aseguró, por su parte, que “no vamos a consentir una ocupación por la fuerza, por grupos organizados”, y “tampoco dialogaremos con los que destruyen el patrimonio”, en referencia al edificio histórico, construido a mediados del siglo XIX, que amaneció con pintadas y cristales rotos.
Este mediodía los estudiantes decidieron en asamblea resistir al desalojo, en vez de movilizarse. Por la tarde celebraron otra asamblea, y la policía aseguró que intentaría agotar las vías de diálogo para que abandonaran el edificio pacíficamente. De intervenir, los estudiantes creen que lo harán durante la noche.
En tanto, decenas de estudiantes volvieron a cortar esta mañana la ruta a la altura del campus de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que continúa en huelga general, y también bloquearon las vías del ferrocarril.
Allí también se produjeron incidentes y destrozos en entidades financieras del recinto universitario que fueron repudiadas por las autoridades.
Viernes, 2 de marzo de 2012