El Tomba se impuso por 3-2 al Ciclón en un encuentro vibrante. Se adelantó dos veces a través de Rubén Ramírez y Ariel Rojas, pero enseguida igualaron Carlos Bueno y Gonzalo Bazán. En el complemento, logró el triunfo con otro tanto de Tito Ramírez y hundió al Azulgrana en más preocupación.



Godoy Cruz derrotó este jueves por 3-2 a San Lorenzo y se quedó con la Copa Ciudad de Mendoza tras el 1-0 que había conseguido frente a San Martín de San Juan. En cambio, el Ciclón quedó sumido más profundamente en un mar de didas.

El primer tiempo tuvo un dominio repartido y vibrante. Primero pareció adelantarse el equipo de Leonardo Madelón, con buenas intervenciones de Enzo Kalinski, Gonzalo Bazán y sobre todo Carlos Bueno, pero el Tomba no tardó en responder con las apariciones de la figura, Ariel Rojas, más la potencia ofensiva de Facundo Castillón y Rubén Ramírez.

Primero avisó Bazán con un tiro alto y luego Bernardo Romeo con un mano a mano que resolvió con un remate débil, y cuando le tocó al local Nicolás Olmedo desde lejos remató afuera y Rojas le dio trabajo a Pablo Migliore.

Pero en los diez minutos finales del período quedó claro que el desarrollo era un ida y vuelta sin tregua gracias a las flaquezas defensivas de ambos conjuntos y de su velocidad para sorprender. A los 35, Rojas mandó un centro desde la derecha para que Ramírez parara la pelota de pecho y definiera fuerte y alto al primer palo, y a los 38 Kalinski se la dio a Bueno para que empatara de cabeza a la derecha de Nelson Ibáñez.

Enseguida, Gonzalo Cabrera amenazó a Migliore con un tiro libre y en el rebote Castillón disparó sin puntería, pero a los 43 acertó Rojas al recibir por izquierda, acomodarse y tocarla al segundo palo ante la salida del arquero. Sin embargo, a los 45, Bazán irrumpió por izquierda para definir bajo y cruzado.

En el complemento primó el poderío colectivo de los de Nery Pumpido por sobre las individualidades y la voluntad azulgranas. Y ya a los seis minutos, Cabrera apareció por izquierda, su tiro pegó en el primer palo, pudo mandar el centro y por el medio Tito Ramírez sólo tuvo que empujar el balón para el tercero.

Castillón, desde afuera, pudo haber aumentado, y en la respuesta de los de Boedo Leonardo Sigali casi la mete en contra. Después, el ingresado Leandro Caruso casi consigue el cuarto con un tiro cruzado y desviado, y por último el local consiguió dominar sin demasiados gastos ni sobresaltos y se aprovechó de la creciente impotencia visitante.

Al final, toda la alegría y la esperanza para lo que vendrá quedó en Mendoza, mientras San Lorenzo sabe que deberá potenciar las virtudes que hoy lo llevaron a reaccionar dos veces y disminuir las equivocaciones que lo hicieron perder sus últimos encuentros.



Viernes, 27 de enero de 2012