La devoción a la Virgen de Itatí, la relación del hombre con el río y la pasión por el chamamé fueron parte del culto correntino que ayer invadió de emoción y canto las aguas del Paraná.

“Lo que sentimos profundamente por esta música y sus costumbres no lo podemos decir con palabras, y el sapucay es la mejor forma de resumir esto que sentimos por el canto, la devoción y la naturaleza”, expresó el artista Joselo Shuap, quien acompañó con chamamé, junto a sus músicos la peregrinación náutica a María de Itatí.
Antes que el sol se oculte, un enjambre de embarcaciones surcó ayer las aguas del Paraná, para captar la atención de la ciudad con las melodías litoraleñas. Una cálida y constante brisa inquietó a las banderas de las embarcaciones y pañuelos que se alzaban al cielo desde las embarcaciones para cortejar a la “Virgen Morena”.
Desde la costanera miles de rostros emocionados observaban este inusual ritual náutico, una auténtica manifestación cultural en defensa de la naturaleza y la música chamamecera.
Con la típica postal del puente General Belgrano, los aplausos y los saludos se multiplicaron en la zona del balneario Arazaty donde miles de bañistas admiraron el cortejo cultural, “Viva el chamamé, viva la Virgen de Itatí”, soltaba al viento Joselo Shuap que recibía inmediatamente la aprobación de los presentes. Las embarcaciones parecían realizar sus danzas por las inestables aguas, al ritmo del chamamé. Una postal inolvidable para el pueblo correntino.

Lunes, 16 de enero de 2012