Tras varios días sin naftas, ayer arribaron dos cupos a la estación de servicios de Mburucuyá, aunque se estima que durará poco por el movimiento turístico del fin de semana. Además, continúa el tope en las ventas. El desabastecimiento se extiende a todas las localidades de la zona.
Luego de cuatro días de mangueras cruzadas, la estación de Mburucuyá recibió combustible ayer.
La llegada de un camión de combustible ayer a Mburucuyá trajo alivio a los automovilistas de la localidad, quienes desde el lunes no tenían disponibilidad de naftas en la única estación de servicios que funciona en la localidad. No obstante, el déficit del recurso se extiende a toda la zona Centro de la provincia, sobre todo a las localidades situadas sobre la Ruta Nacional 118, cuyos usuarios deben lidiar con desabastecimiento, pero también con quienes aprovechan la necesidad para sacar diferencias económicas.
Tal como adelantó El Litoral en su edición de ayer, tras varios días de mangueras cruzadas en los surtidores, la estación de servicios YPF que funciona en Mburucuyá repuso ayer sus tanques y dispuso de combustible para los automovilistas locales. Según informó un vecino de la localidad, la empresa local recibió dos pedidos juntos, ya que la petrolera le estaba debiendo una reposición a la estación mburucuyana.
No obstante, debido al déficit que arrastra la localidad y el ascenso de clientes, tanto por el incremento del parque automotor local como también por el turismo los fines de semana, los propietarios de la estación dispusieron continuar con los topes a las ventas por automóvil. Es decir, sólo se venden hasta $100 por cliente, exceptuando algunos casos de productores agropecuarios que necesitan llenar sus cisternas para poner a trabajar las máquinas o tractores.
Ante esta situación, en Mburucuyá habrían aparecido algunos vendedores de combustibles “por bidón”, que aprovechando la necesidad de los automovilistas, estarían comercializando naftas a $10 por litro. “Son algunos vivos que aprovechan el faltante, cargan una cisterna en Saladas o donde encuentren nafta, y vienen al pueblo a hacer la diferencia”, dijo, ofuscado, un vecino de la localidad de la flor.
En declaraciones radiales, la propietaria de la única estación de Mburucuyá, Raquel Chávez, aseguró que “no podemos hacer nada, nosotros estamos provistos por YPF y ellos son los que deciden cuánto y cuando envían el combustible”. La empresaria expresó que el problema es que el envío que se realiza se hace de acuerdo al porcentaje de las ventas del año anterior, “no puede ser, porque el parque automotor creció”.
“Yo a mis empleados le tengo que pagar igual, pase lo que pase, la situación es horrible, realmente es muy complicado, estamos muy mal anímicamente”, aseguró Raquel. Cabe destacar que la estación tiene una capacidad de 75 mil litros, pero sólo reciben un promedio de 5 mil.
Déficit zonal
Sin embargo, el desabastecimiento de combustibles se extiende sobre toda la zona Centro de la provincia. Las localidades que se sitúan sobre la Ruta Nacional 118 arrastran un déficit desde hace varios meses, que obliga a los empresarios petroleros a cupificar las ventas, principalmente en naftas.
Saladas es un punto de referencia para toda la región, ya que cuenta con dos importantes estaciones de servicios en las “Cuatro Bocas” -cruce de las Rutas Nacionales 12 y 118- y una en la localidad. Y la realidad marca que cuando no hay combustibles en Saladas, es muy difícil encontrar en otra localidad.
Si bien ayer hubo naftas, las estaciones no tenían stock desde el miércoles por la mañana. “Esta mañana (por ayer) recibimos combustible; se nos había terminado el miércoles a la mañana”, informaron a El Litoral desde la estación YPF ubicada sobre la Ruta Nacional 12.
En Concepción, por su parte, informaron que no hay estaciones de servicios, sólo un distribuidor que comercializa naftas a $7,20 por litro.
Sábado, 14 de enero de 2012