Se trata de María Cabral, de 26 años. Fue atacada a golpes por varios de sus alumnos, que le sustrajeron sus pertenencias. La profesora los denunció y cuando reconocía a los chicos, las madres de los agresores intentaron lincharla. Lo impidió la Policía.
Ocurrió en una parada de colectivos ubicada en calle Cuba y Provincias Unidas. María Cabral de 26 años fue atacada por varios de sus alumnos que a golpes le sustrajeron sus pertenencias.
Una profesora de educación física de que trabajaba hace dos años en un comedor comunitario del barrio Fray José de la Quintana fue atacada por sus alumnos y otros menores que a golpes le sustrajeron todas sus pertenencias.
Se trata de María Cabral de 26 años que cuando fue identificar a los agresores con la Policía, las madres de los adolescentes quisieron lincharla. Los autores de la salvaje golpiza están libres.
El hecho se produjo el jueves cuando la docente se encontraba esperando el colectivo por calle Cuba y Provincias Unidas.
Hasta allí se acercaron sus alumnos a conversar y detrás de ellos tres jóvenes más que la atacaron a golpes.
Angélica Camellino madre de la víctima hizo declaraciones a la prensa y se mostró indignada por lo ocurrido. “Mi hija tiene fuertes traumatismos, esta muy mal, pero lo que me indigna es que los atacantes están libres porque son menores, mi hija pasó más tiempo en la policía que ellos”.
“Mi hija los conoce. Ella misma les dio los nombres y cuando llegó el patrullero fueron a buscarlos. Y cuando fueron a las casas de los menores, ella quedó sola en el móvil, y ahí llegaron las madres y hermanas de los chicos y querían pegarle”, manifestó Angélica Camellino.
La mujer contó que su hija tenía un bolso con ropas, y los tres más grandes que se acercaron cuando la joven hablaba con los más pequeños comenzaron a golpearla, la tiraron al piso, y la patearon en la cabeza.
“Se llevaron el bolso con la llave de mi casa. Mi hija los identificó, y con el patrullero fueron a la casa y las madres de los atacantes salieron a agredirla”, insistió.
“Los chicos son llevados para que digan quienes eran los mas grandes que le robaron, pero la Policía, mas que preguntarle no puede hacer nada. Son menores, y entonces no pueden ni tocarlos. Enseguida llegaron las madres para retirarlos”, agregó Camellino.
Sábado, 14 de enero de 2012