No hubo medio de comunicación nacional que no le haya dedicado importantes espacios al mal paso del intendente correntino que, además de las críticas externas, se hizo acreedor al enojo de sus propios funcionarios.


El certamen “La cola del verano”, que se pretendía impulsar desde la Municipalidad de Corrientes como “un entretenimiento para los veraneantes”, terminó siendo un papelón nacional. No hubo medio de comunicación de Buenos Aires que no haya tomado ayer el tema sin apuntar claro está, a la figura del intendente Carlos Mauricio Camau Espínola, a quien poco le creen que no conocía la iniciativa, mas después de que funcionarios de Turismo y Cultura municipal dejaron trascender que el jefe comunal la había autorizado, pero que dio marcha atrás cuando se enfrentó con las fuertes críticas en las redes sociales y en las radios correntinas.
Ayer, día en que el titular de Turismo y Cultura, Facundo Palma salió a anunciar en conferencia de prensa actividades de verano, las caras largas en esa dependencia continuaban, y por lo bajo la bronca por el desplante del intendente. La coordinadora del área, la exfuncionaria del Partido Nuevo, Ketty Schaffer, después que salió a dar la cara para defender la propuesta fue llamada a silencio.
La orden para todos fue: “nadie habla mas del tema”. El papelón no solo generó un desgaste hacia afuera y dejó mal parado al intendente, sino que provocó además inesperadas fricciones entre funcionarios y hasta con algunos medios de la capital a los que se intentó silenciar para que no se hicieran eco del papelón que, para colmo de males, dejó espacio para los más vulgares chistes fáciles, lugar común en el que cayeron muchos.
La Comuna había anunciado oficialmente la apertura de la inscripción para que las chicas locales y turistas participen del concurso “La cola del verano” junto a la elección de “Mis Verano 2012”. La propuesta fue calificada como “sexista” y las redes sociales, como las FM correntinas explotaron de comentarios adversos.
Los disgustos por el anuncio del certamen, llevados adelante principalmente por mujeres, reclamaban el levantamiento del evento que fue calificado de “ultrajante” y hasta “discriminatorio”.
Ketty Schaffer, la única que salió en defensa del concurso y para ello no tuvo mejor idea que asegurar que la polémica era “política” y hasta se animó a asegurar que había “intención política en todo lo que organiza la Municipalidad”.
“Es una decisión que no tomé, yo no permito este tipo de eventos; apoyaría sí un desfile y elección de reina”, disparó Camau desde Buenos Aires tratando de ponerse a salvo, aunque tarde, de la polémica.
Las caras de sorpresa en la Dirección de Turismo y Cultura municipal, cuando se enteraron de las palabras del intendente Espínola desaprobando la medida por Radio 10, dicen habitantes de esa oficina que se recordarán por mucho tiempo.
“Se asustó por las críticas y nos soltó la mano, pero no deberíamos sorprendernos, no es la primera vez que lo hace”, dijo ayer un funcionario del área en rueda de café y sin ocultar su desagrado por la postura del jefe comunal.
“Sucede siempre que se maneja todo con mucho personalismo, concentrando todo, sin escuchar a los demás, se mete la pata y después el plato lo pagan los de más abajo”, dejó el comentario como al pasar y resignado a que si quiere mantener el cargo deberá digerir el mal trago.
Ayer solo Martín Barrionuevo volvió a referirse al tema consultado por un programa radial, pero en sus palabras quedó más que claro que si había un tema para evitar, era justamente ese.

Viernes, 13 de enero de 2012