Román, forzado por la crisis deportiva cambiará su gabinete.
¿Será un maquillaje o dará algún fruto?
De la actitud del presidente depende.

El cimbronazo del fútbol resquebraja al club por dentro. Y como sucede en cualquier gobierno que atraviesa una crisis política, el presidente busca un golpe de efecto. Sin embargo, son tantos los problemas que rodean a Boca, que los estímulos cada vez tienen menos impacto.

El regreso de Miguel Ángel Russo, el último técnico en alzar la Libertadores, pasó de la esperanza en el inicio del Mundial de Clubes a los cuestionamientos que provocan siete partidos sin victorias y la eliminación de la Copa Argentina. Las luces de Leandro Paredes, recibido con una Bombonera cargada de afecto, se apagaron con en tres encuentros. Sin compañía, el campeón del mundo mostró que es un ser terrenal. Y ahora, mientras todas las miradas críticas se enfocan en Juan Román Riquelme, el hombre fuerte de Boca está evaluando modificar el Consejo de Fútbol. O directamente, disolverlo.

Riquelme tiene claro que el hincha está cansado de tantas frustraciones. Por más que públicamente relativice la situación con frases en las que parece fingir demencia, internamente llegan las críticas. Por eso -y porque también es un mensaje para los jugadores- hará movimientos en la estructura del fútbol, hoy compuesta por su hermano Sebastián -alias Chanchi- y cuatro compañeros de sus tiempos de gloria: Marcelo Delgado, Raúl Cascini, Mauricio Serna y Jorge Bermúdez.

El Patrón se encuentra en Colombia, pero continúa siendo empleado del club al igual que el resto de los notables que integran el Consejo del Fútbol. Por eso desde mayo de 2022 se incorporó al grupo que secunda a Román. Chicho siempre puso la cara con la prensa. Aunque hubo un detalle que llamó la atención la semana pasada: el colombiano dio una entrevista sin consentimiento del presidente. ¿Se quiso salvar solo?

Riquelme lo apartaría de su actual función y también podría dejar su cargo Cascini. Los únicos intocables son el Chanchi y Delgado, amigo personal del presidente. Solo basta recordar aquel vestuario ganador, pero dividido, en el que Román y el Chelo estaban por un lado y Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo por el otro.

¿Continuará llamándose Consejo de Fútbol? ¿Es posible introducir la figura de un director deportivo? En cualquier caso, Riquelme es quien toma todas las decisiones y los demás acompañan. Pueden dar su punto de vista, pero se hace lo que dice el ex enganche. Hay dos nombres que suenan para sumarse al equipo de trabajo: Carlos Fernando Navarro Montoya y Alberto Márcico. Clarín habló con ambos y los dos negaron haber recibido un llamado de Román. Eso sí, escucharon los rumores.

El ex arquero ya trabajó con Riquelme. Sin ir más lejos, cuando Jorge Amor Ameal ganó las elecciones en diciembre de 2019, el Mono asumió como coordinador de las divisiones inferiores en reemplazo de Oscar Regenhardt. En plena pandemia, decidió renunciar. Fue en septiembre de 2020, cuando decidió viajar a España para reencontrarse con su familia. No obstante, dejó la puerta abierta. "Se que es solo un paréntesis, Boca y yo estamos unidos para siempre, así lo siento y me lo hacen sentir”, dijo Navarro Montoya en aquel momento.

El Beto declaró en las últimas horas: “A Román hay que cuidarlo, yo quiero que les vaya bien a todos, pero porque quiero que a Boca le vaya bien”. Y respaldó a Russo, a quien ya los jugadores -y hasta el propio Riquelme- empiezan a ver desgastado.

Lo cierto es que Román cambiará su gabinete. ¿Será un maquillaje o dará algún fruto? De la actitud del presidente depende.

Martes, 29 de julio de 2025