El estudiante de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Unne, Nelson Gaian, accedió a una beca para realizar un estudio que beneficiará a los productores.
Con invernaderos especiales que simulan condiciones de calor y sequía, el becario Nelson Gaian experimenta con diferentes híbridos de maíz en el Campo Experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Unne. Su trabajo, dirigido por los doctores Nicolás Neiff y Belén Kettler, busca identificar cuáles son los momentos más vulnerables del cultivo y qué híbridos resisten mejor las situaciones climáticas adversas.
Nelson Gaian, estudiante de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE, accedió a una Beca de Pregrado de la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la Unne para estudiar cómo las altas temperaturas y la falta de agua afectan la capacidad del maíz para producir granos.
El proyecto cuyo título es “Efectos del estrés por altas temperaturas y déficit hídrico sobre la floración masculina y su relación con el número de granos en diferentes híbridos de maíz”, se enfoca en el periodo de mayor susceptibilidad de la planta de maíz: alrededor de su floración.
Durante este período, la planta debe producir polen, el cual debe llegar hasta su parte femenina para formar los granos que luego serán cosechados.
"Lo que queremos entender es qué pasa cuando la planta sufre estrés por calor y falta de agua justo en el momento más importante para su reproducción", explica Gaian.
El trabajo cuenta con la dirección del doctor Nicolás Neiff y la sub dirección de la doctora Belén Kettler, ambos docentes – investigadores de la Cátedra Cultivos I del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE.
La importancia del tema radica en que el maíz, junto con la soja, son los cultivos que más se siembran en el NEA.
Para probar sus hipótesis, Gaian trabajará con seis híbridos diferentes de maíz en el campo experimental de la facultad, ubicado en Corrientes. La generación de mayor calor y sequía se logrará sembrando el cultivo en invernaderos que permitirán imitar las condiciones climáticas extremas a las que se enfrentan los cultivos.
Durante muchos años, el maíz se cultivó principalmente en la zona central del país, donde el clima es más templado. Pero en los últimos tiempos, el cultivo se expandió hacia otras regiones, incluyendo el norte argentino, donde las condiciones pueden ser más extremas.
El problema es que cuando la planta de maíz está floreciendo, tanto el calor excesivo como la falta de agua pueden dificultar el proceso de formación de los granos. Si el polen no es viable o si hay problemas en la polinización, la planta no podrá producir espigas llenas de granos.
El becario realizará un registro minucioso de temperatura y humedad; número y peso de granos; producción y viabilidad de polen y la sincronía floral entre la panoja y la espiga.
Domingo, 6 de julio de 2025