Ambas imputadas se abstuvieron de declarar ante el tribunal. El hijo mayor de la pareja detalló cómo fue “ese día” que Tichellio descubrió la infidelidad de su madre. Hubo golpes y amenazas.
Minutos después de las 8, en sala de audiencias del Tribunal Oral Penal Nº1, dio comienzo al debate por el asesinato del agente penitenciario Gabriel Tichellio, de 32 años, ocurrido el 26 de julio de 2018. Miriam Beatriz Jara fue imputada por el delito de supuesto homicidio agravado por alevosía, y Lorena Encina por supuesto homicidio agravado por el vínculo y por alevosía.
La primera en ingresar a la sala fue Encina, de 29 años, acompañada por personal policial, ya que está detenida en la comisaría de la Mujer.
Minutos antes del inicio del debate y custodiada por cinco uniformadas del servicio penitenciario, ingresó Jara de 33 años.
En ningún momento del debate ambas imputadas cruzaron miradas.
Ya en la audiencia, la defensa de Encina, Pablo Sosa, solicitó que quede sin efecto un allanamiento en el domicilio ubicado en las 147 Viviendas, ya que “se trató de una falla y falsa motivación que logró confundir al magistrado para invadir la intimidad de esta persona (por Encina)”, fundamentando así su solicitud.
Tanto fiscalía como querella consideraron que el planteo fue extemporal.
Tras un cuarto intermedio el tribunal señaló que el allanamiento al cual hizo referencia la defensa surgió de las investigaciones, por lo que no se dio lugar y se inició de esa forma el juicio por el cual están imputadas ambas mujeres.
El relato en Cámara Gesell
En la pieza acusatoria la presidente del tribunal, Carmen Figueredo, leyó la declaración, entre otros puntos, de lo que fueron los dichos del hijo de Encina y Tichellio, de 9 años.
“Ese día (26 de julio de 2018) era muy temprano, cerca de las 5, cuando escuché que papá le descubrió en el celular que Jara era su pareja. Después que le pegó, ella le dijo que eso no iba a quedar así y que le iba a matar”, dijo el menor.
El relato que brindó el pequeño fue estremecedor, “la conocíamos a Jara porque era amiga de mamá. Después que se fue a trabajar (por el padre) ella estaba en la casa. A la siesta papá fue a dormir después de almorzar. Y nos dijo (por su madre) que nos fuéramos a la plaza y que nos quedáramos ahí. Ella iba cada tanto a vernos. Eso habrá sido cerca de las 14”. “A las 19 volvimos y nos mandó a la habitación, nos dijo que no fuéramos al baño porque había un alacrán”, dijo el chico.
El pequeño relató con detalles que forman parte del expediente.
Al respecto, la defensa de Encina pidió que se sume como “prueba nueva” una denuncia que se realizó en agosto de este año, en la que el pequeño habría contado ante la asesora de menores que sufrió maltrato por parte de los familiares que tienen su guarda. “Por lo cual se duda que el chico haya contado cómo fueron los hechos, ya que pudo haber sido inducido o presionado por quien tiene su guarda”, dijo desde la defensa Pablo Sosa.
Tras un cuarto intermedio, los integrantes del tribunal, dos de ellas entendieron que se trató de una solicitud que no es útil para lo cual están las imputadas en la sala de debate, además de no tener conocimiento sobre la denuncia.
Al respecto, el juez Guerín indicó que se trata de un pedido abstracto, por lo que no cuenta con mayores datos para dar una opinión al caso.
De manera que, con dos votos, se rechazó el pedido de incluir como prueba nueva al expediente.
El primer testigo
Fue citado ante el tribunal un efectivo policial que cumple funciones en el PRIAR de Capital, quien fue el primero en descubrir el cadáver de Tichellio.
“Estábamos de recorridas de prevención cerca de las 23:30, cuando divisamos por avenida Maipú en el kilómetro 7, aproximadamente, un vehículo estacionado en la banquina. Llamó la atención, por lo que decidimos volver y estacionarnos a unos 20 metros de la Kangoo”, dijo el funcionario L. Proz.
“Nos acercamos y observamos por la ventanilla del conductor que en el asiento trasero había una persona, al parecer inconsciente. Comuniqué del caso al jefe de turno y a los efectivos de la comisaría Décimo Cuarta”, relató.
Dijo ante el tribunal que junto a sus compañeros del móvil, otros cuatro funcionarios más realizaron un rastrillaje en un perímetro cercano al vehículo para saber si había alguna persona, pero pudieron recolectar documentaciones de quien sería el hombre hallado en el interior del rodado.
Luego continuaron con las diligencias respectivas, todo asentado en el expediente.
Próximas audiencias
El 4 de diciembre a las 8 está previsto que presten declaración tres personas, siguiendo con las audiencias el 11 y el 18.
El crimen
El agente penitenciario asesinado de 32 años, cumplió con su trabajo el 26 de julio de 2018. Al regresar, almorzó con su familia como todos los días. Fue a dormir la siesta. Ese momento fue aprovechado, según reza el expediente, para que Encina le pida a sus tres hijos que vayan a la plaza. Allí quedaron hasta las 19. En ese tiempo, de acuerdo a la acusación, ingresó al domicilio Jara, con quien subieron a la habitación matrimonial y una de ellas con un palo golpeó dos veces la cabeza de Tichellio ocasionando su muerte.
Para ocultar evidencias, según reza el expediente, incendiaron el colchón, ya que habían quedado manchas de sangre. Ocultaron el cadáver en el baño. Por ello, cuando los chicos regresaron tenían prohibido ingresar porque había “un alacrán”. Cerca de las 21, vecinos escucharon el motor de la camioneta. Allí trasladaron el cuerpo de Tichellio.
Jueves, 21 de noviembre de 2019