Fue en Ciencias Exactas de la UNNE, donde estaba prevista una exposición sobre el manejo de las redes sociales y la tecnología para las elecciones. Finalizó convocando a los alumnos a trabajar para su candidatura a gobernador.
El senador nacional por Corrientes del Frente para la Victoria (FPV) Carlos Mauricio Camau Espínola no repara en armas para allanar el camino que se ha trazado para intentar llegar a la Gobernación y, en ese marco, disfraza actividades académicas para hacer proselitismo político-partidario en algunas carreras de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
En esta nueva versión de Camau, donde se presenta con un perfil que deja expuesta la total falta de códigos políticos y de ética y ensaya los acordes del “vale todo para ganar”, realizó un acto político en la Facultad de Ciencias Exactas, disfrazándolo como una suerte de charla sobre el manejo de redes sociales y su importancia. El fin de esa actividad fue convocar a los estudiantes de Sistemas a integrarse a su esquema para crear un batallón en “posteadores seriales” de las actividades que lleva adelante como candidato a gobernador por el kirchnerismo correntino.
El legislador nacional, desde que ha asumido como miembro de la Cámara alta nacional, no ha tenido trascendencia en acciones que beneficien a provincia, sino que desde el 10 de diciembre de 2015, fecha en la que asumió, se ha dedicado a estar en campaña permanente, en su cruzada de llegar al sillón que actualmente ocupa Ricardo Colombi, utilizando el mandato de seis años que le dio el pueblo de Corrientes, como una especie de beca que le sirve para hacer campaña proselitista de manera asalariada.
Si se le pregunta a cualquier ciudadano común de la provincia sobre qué proyecto de ley presentó Espínola desde que tomó posesión del cargo, la gente con seguridad no sabría qué responder, ya que su incursión en el mundo político es 100% electoralista, vacía de contenido y sin responsabilidad alguna de las mandas otorgadas por los ciudadanos de Corrientes que fueron a las urnas para enviarlo como representante al Congreso.
Campaña permanente
A esto debe sumársele esta nueva ocurrencia de solicitar un aula de la carrera de Sistemas para realizar un acto proselitista. La exposición que realizó tenía un dudoso rigor académico, ya que un adolescente que utiliza las redes sociales podría hablar con más autoridad teórica que Espínola. Quizá la acción podría haber pasado desapercibida si es que es que la charla se hubiese realizado en otro lugar que no sean los claustros de la UNNE, institución que se ve desprestigiada por este tipo de atropellos con fines ruines y con el engaño como bandera.
“Súmense aquellos correntinos y correntinas que quieran formar parte de esta red informática, de propuestas, de convocatoria. Sumar una mayor cantidad de correntinos es fundamental. El desafío es que en la próxima reunión haya muchos más. Seguramente con el trabajo de ustedes, no dudo de que habrá cinco, diez o más personas más acompañándonos”, dijo Camau en un pasaje de la charla que supuestamente tenía relación con el manejo de redes. Como se podrá apreciar no hay rigor científico ni contenido teórico ni académico. Tampoco está en el marco de un conocimiento universitario, es una mera declamación política, nada más.
Quizá las autoridades de la Facultad de Ciencias Exactas no dimensionaron que la supuesta charla terminaría convertida en una arenga política de Camau Gobernador. Quizá sí. No obstante, una vez más queda al descubierto que el hombre de las medallas olímpicas va a por todo, sin respetar cuestiones morales o éticas, como antes fue por todo sin preocuparse por las bases partidarias y la doctrina justicialista. Abrirle los claustros de la UNNE a una figura que no ha pasado por sus aulas y que no tiene ninguna formación universitaria, también es un tema de debate para las autoridades, porque no contribuye a la superación ni al desarrollo de los alumnos.
Tal vez el cambio que plantea Espínola debería ser implementado por él, ya que tantos años levantando las banderas de Cristina Fernández y de Néstor Kirchner lo viciaron de, justamente, características que la sociedad ya no quiere soportar. Pero una cosa es segura: el cambio no está representado en esta provincia por el kirchnerismo que encarna Camau Espínola.
Su ADN kirchnerista no le permite abandonar ciertas prácticas que fueron repudiadas, rechazadas y condenadas por la ciudadanía en las últimas elecciones presidenciales.
El costo de ese atropello en el que incurría el kirchnerismo lo pagó su padrino político Daniel Scioli, de quien hoy intenta despegarse y esconderlo. Asimismo, mientras él trata de que se lo asocie a la palabra “cambio”, resucita a los actores más antiguos de la política provincial.
Martes, 21 de febrero de 2017
