La jornada electoral inició con la prohibición del usos de computadoras y celulares en varias escuelas para los fiscales, la particular situación fue denunciada y se repitió en varios lugares. La restricción fue variable, mientras en algunas escuelas no hubo problemas, en otras se negó el uso de las computadoras entre las 8 y las 18, y los celulares estuvieron bajo la lupa.



Las explicaciones fueron, en todos los casos, poco consistentes, por ejemplo, en la escuela industrial, Bernardino Rivadavia, el control fue total y los aparatos móviles solo podían ser utilizados fuera del establecimiento, en tanto en los colegios Salvador María Díaz, Ambrosio de Acosta, en el Hogar Escuela y Juan Bautista Alberdi, los mismos podían ser usados, pero solo para comunicaciones, no para el uso de redes sociales ni internet.

En contacto con este medio, un representante de la fuerza de seguridad argumentó que la prohibición se basó en que se buscaba el control de datos, y también alegaron que muchas personas los utilizaban para buscar en el padrón, lo que hacía colapsar el sistema. La inédita situación molestó, ya que el control en varios establecimientos era constante.

“Me dijeron que si usaba el celular me iban a sacar de la escuela”, dijo Laura, una fiscal del Frente para la Victoria que se encontraba dentro de la escuela Industrial. Quienes sí podían usar libremente los teléfonos eran los electores, que no duraron en tomarse fotografías durante el acto electoral y aportar color a las redes sociales en la gris jornada.


También los tradicionales búnkers que se montan dentro de las escuelas tuvieron problemas en la escuela Industrial, ya que el Ejército aseguraba que no podían estar dentro de la institución, lo que provocó un entredicho entre varios grupos, pero lograron llegar a un acuerdo de convivencia

Lunes, 26 de octubre de 2015