El hombre, oriundo de Santiago del Estero, estaba desaparecido desde los primeros días de marzo cuando fue a un retiro espiritual. Lo buscaron por todos lados y lo encontraron con su amante.



“Buenas tardes, vengo a denunciar la desaparición de mi esposo. Se fue a un retiro espiritual en Catamarca y no regresó más. Tengo miedo que algo le haya pasado”, habría sido la frase que manifestó Rosa Ángela Beatriz Díaz (40) a los efectivos de la División Trata de Persona el 30 de marzo. La mujer había iniciado la búsqueda de su esposo identificado como Hugo Raúl Díaz (60). Hugo, es un empleado del IPVU (Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo) y vive junto con su familia en el barrio Industria.

Rosa, desesperada, le contó a los uniformados que su esposo había salido de su casa con destino la provincia de La Rioja, San Luis y Mendoza, para participar de un retiro espiritual. El hombre era miembro activo de un grupo de la Renovación Carismática Cristiana de la Casa Diocesana. No tenía señales de dónde podía estar.

Rosa no sabía dónde podía estar su esposo. No respondía llamados, ni mensajes de textos ni enviaba alguna carta. No tenía rastro de su paradero; por lo que la preocupación sobre lo que le habría pasado era agobiante.

Decidida, la mujer se hizo presente en el lugar de trabajo de Hugo. Le contó al jefe de personal lo que estaba pasando; por lo que le manifestó que el empleado de 60 años, se había presentado a trabajar el 18 y 19 de marzo, sin regresar a la fecha. Además, le informaron que había sacado una licencia de 5 días.

La preocupación seguía creciendo a pasos agigantados, sin tener alguna respuesta favorable. Rosa caminó por diversas comisarías, hospitales, casa de familiares y amigos del hombre. Hasta había preguntado en la morgue judicial.

Pero nadie sabía del paradero de Hugo. Hasta que cerca de las 10 de la mañana de ayer, Hugo apareció. Estaba conviviendo con otra mujer -que sería su amante- identificada como Jorgelina Martínez Córdoba, desde el 9 de marzo. Residía en una vivienda del barrio El Jumial, en la provincia de Catamarca. Estaba en perfecto estado de salud. Alegre y feliz, junto con su nueva pareja.

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Jueves, 30 de abril de 2015